Con una ceremonia que se llevó adelante en el busto que la inmortaliza, la UCR recordó el natalicio de Florentina Gómez Miranda. El acto fue organizado por el Comité de Río Grande y estuvo encabezado por su presidente Andrea Rodríguez, quien brindó unas breves palabras que dieron marco al encuentro.
RIO GRANDE.- Con la presencia de autoridades de la UCR, este lunes, en horas de la tarde, el Comité local de esta ciudad, llevó adelante un acto en conmemoración por los 110 años del natalicio de Florentina Gómez Miranda. La ceremonia estuvo encabezada por la presidente Andrea Rodríguez quien dio un breve discurso y leyó un mensaje de la legisladora provincial Liliana Martínez Allende.
Al inicio del encuentro fue la referente Sara Núñez Veas, de la línea que lleva el nombre de la mujer radical “Florentina Gómez Miranda” quien brindó unas palabras a los presentes. En la oportunidad dijo que “Florentina fue un ícono político y un ejemplo de ética, una mujer de la democracia, con muchos años de edad, pero con una juventud muy grande”.
Recordó además frases de Luis “Tachi” Trejo quien alguna vez se refirió a Florentina Gómez Miranda y había dicho que “fue una gran luchadora por los derechos de la mujer, por las libertades públicas y la vida en democracia, una enamorada de todo lo que hacía”.
Otro de los referentes que brindó unas palabras fue Fernando Gliubich quien señaló que es un honor poder compartir el recuerdo de Florentina Gómez Miranda. “Se ha dicho mucho y ante una mujer de la talla de Florentina, todo lo bueno que podamos decir, siempre será poco”.
Manifestó sentirse halagado de ser parte de este proyecto y de esta conmemoración. “Creo que hay cosas para destacar es que una mujer de esta magnitud que cuando traza huellas a través del tiempo es digna de admiración y nos compromete a los hombres del radicalismo de continuar dándole el lugar que les corresponde a cada una de las mujeres que militan y forman parte de este partido centenario. Creo que ese compromiso debe ser permanente y debe ser permanente la búsqueda de la igualdad”.
El recuerdo de Liliana Martínez Allende
En tanto, la legisladora Liliana Martínez Allende envió un escrito alusivo que fue compartido por Andrea Rodríguez.
Entre otras cosas Allende señaló que a Florentina todos la recuerdan “enérgica, potente, como los apasionados discursos en su extensa carrera como dirigente de la Unión Cívica Radical”.
En su escrito, la Legisladora recordó que Florentina fue una mujer de convicciones firmes. “Radical de raíz” según sus propias palabras le tocó navegar en las aguas del predominio masculino en la política. El rechazo a la inclusión femenina hizo que el radicalismo fuera uno de los partidos que no tuvo mujeres en las listas electorales de 1951, cuando por primera vez las argentinas accedieron al ejercicio de sus derechos políticos-pudieron votar y ser candidatas-. En esos comicios el peronismo ubicó a 26 diputadas. Algunas de ellas comentaron con agudeza: “Los radicales podían haber puesto mujeres, pero eran egoístas”. “Públicamente todos los políticos son feministas, pero los elogios no se traducen en lugares para las mujeres”, se quejó por entonces.
Batalló contra la cultura política masculina con costumbres hostiles hacia las mujeres. En 1983 estaba tercera en la lista de candidatos a la cámara baja. Por concesiones a los hombres la bajaron al onceavo lugar, pero no se rindió. “Nunca bajé la vista ante los hombres. Cuando votamos la ley de autoridad compartida de los padres éramos sólo seis mujeres diputadas. Hicimos la gran revolución”, destacó finalmente.
Pablo Blanco envió un escrito
Por su parte, Fabián Villafañe, presidente de la Convención Provincial de la UCR fue el responsable de leer el mansaje del senador nacional de la UCR, Pablo Daniel Blanco. En su escrito, el parlamentario recordó a Florentina Gómez Miranda como “un verdadero prócer del radicalismo y de nuestra Nación”. Dijo que “fue abanderada de los derechos de la mujer, diputada nacional entre los años 1983 y 1991, y protagonista de debates feministas de avanzada. Sin duda alguna los radicales podemos decir con orgullo que Florentina fue una visionaria. Tenía una interpretación dinámica y flexible de la familia, los derechos de la infancia y una concepción moderna, progresista y renovada de su dinamismo en la estructura social.
Finalmente, Blanco dijo que “hoy, a 110 años de su nacimiento, la recordamos con una sonrisa y con todo nuestro agradecimiento. Ella con su paciencia interminable y su voluntad de fierro dejó una marca eterna en la Unión Cívica Radical y en las luchas contra la desigualdad y a favor de los derechos de las mujeres y la minoridad”.
Un fragmento de la historia
Florentina nació el 14 de febrero de 1912 en Olavarría (provincia de Buenos Aires). Fue la menor de ocho hermanos. Se recibió de maestra a los 17 años y, a pesar de que le hubiera gustado ser odontóloga, estudió abogacía en la Universidad de La Plata, donde se graduó en 1945. Al año siguiente se afilió a la UCR y comenzó su tarea militante.
En ocho años como diputada por la Unión Cívica Radical a partir de 1983, presentó 150 proyectos desde la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad, plasmó décadas de reclamos de derechos femeninos, y cambió para siempre la vida de los argentinos con leyes de su autoría
De profundas e inclaudicables convicciones democráticas, luchó incansablemente por el reconocimiento de los derechos de las mujeres, de los derechos civiles y las minorías, bregando por la igualdad de género.
A pesar de que no le gustaban los elogios, recibió numerosos premios y reconocimientos. En 1999, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la declaró ciudadana ilustre. La Universidad Nacional de La Plata la distinguió como Graduada Ilustre el 23 de noviembre de 2010 por su defensa de los derechos de la mujer. Fue la primera egresada en recibir esa distinción.
Decía “el único mérito que me reconozco es la coherencia, digo lo que pienso y hago lo que digo”, y a sus 99 años necesitaba -según sus propias palabras- 99 años más para lograr imponer la “revolución educativa” para terminar con las desigualdades y adquirir buenos hábitos. Ejemplo de rectitud, honestidad, coherencia y valentía”.