A raíz de la polémica por el pedido de la Cooperativa Renacer para la importación de insumos, y el rechazo de la Comisión del Área Aduanera Especial (CAAE), desde la Unión Industrial Fueguina (UIF) respaldaron esa decisión y destacaron las gestiones que se realizaron -en dos oportunidades- previas para que la Cooperativa importara más de 4 mil placas.
RIO GRANDE.- “Entendemos que las decisiones de la CAAE tienen sus fundamentos”, resume un escrito de la Unión Industrial Fueguina (UIF) al que accedió El Sureño, a partir de la polémica por el pedido de la Cooperativa Renacer para la importación de insumos sin autorización previa, y el rechazo posterior de la Comisión del Área Aduanera Especial (CAAE).
Desde la Unión Industrial Fueguina (UIF) respaldaron esa decisión y destacaron las gestiones que se realizaron -en dos oportunidades- previas para que la Cooperativa importara más de 4 mil placas.
“La Unión Industrial Fueguina, como miembro titular de la Comisión para el Área Aduanera Especial, y frente a los diferentes artículos periodísticos que referencian a la no aprobación de placas en estado SKD para una empresa beneficiada por el Régimen de Promoción Industrial al amparo de la Ley 19640 desea manifestar que lo actuado por dicha Comisión se encuentra encuadrado dentro de las atribuciones para la cual fue creada”, afirma el comunicado al que accedió El Sureño.
En ese sentido, en el documento se remarcó que se “esta entidad ha acompañado con su voto distintas dispensas, a fin de no entorpecer los avances tecnológicos que continuamente se han ido produciendo, como así también ha contribuido con aquellas empresas que por diversas circunstancias debieron solicitar excepciones las que fueron autorizadas por única vez y con el solo objeto de no entorpecer el normal desenvolvimiento industrial”.
Y recordaron: “Las opiniones que allí se vierten son siempre de orden técnico y muy distante de la actividad comercial de las empresas ya que las mismas no son potestad de esa Comisión”.
Asimismo, el comunicado hace hincapié en que “en base a estos conceptos es que se autorizó oportunamente el ingreso de 650 y 3.480 placas SKD respectivamente para la empresa solicitante”, mencionando además que “se acordó con el Gobierno Provincial la búsqueda de alternativas viables, dentro del Área Aduanera Especial, para la inserción de las 7.488 placas requeridas en esta oportunidad a fin de normalizar el proceso productivo en la fabricación de televisores”.
“Nos consta, por haber gestionado ante nuestros asociados, que los funcionarios provinciales se han ocupado del tema manteniendo contacto con las empresas y logrando las cotizaciones solicitadas”, enfatizan desde la UIF.
Y respaldaron lo actuado en torno al caso de Renacer al entender que “el solo hecho de que dicha decisión haya sido aceptada por unanimidad refleja que el mecanismo que se adoptó fue el que es uso y costumbre en la CAAE”.
“Uso y abuso de la 19.640”
Por su parte, en diálogo con El Sureño, el presidente de la Cámara de Comercio en Río Grande, Diego Navarro, respaldó el trabajo de la Comisión del Área Aduanera Especial, entendiendo que desde la entidad que representa “no queremos un uso y abuso de la ley 19.640”.
“Queremos que se haga lo correcto, en función de una industria sana, seria y competitiva”, remarcó.
Navarro repasó los diferentes pedidos de excepción formulados por la Cooperativa Renacer, y la negativa de aceptar la producción de placas a través de alguna de las empresas radicadas en Río Grande, alegando un elevado costo
“Por escrito, un grupo de fábricas de Río Grande le ofrecieron a Renacer realizar a facon las plaquetas en valores que orillan desde los 280 a los 360 pesos según sean simples o dobles, pero desde la Cooperativa informaron que debían importarlas armadas porque en la Provincia debían afrontar un costo de 36 dólares contra 25 dólares que les costaba en origen. Pero resulta ser que el informe que tenemos de las industrias de Río Grande está por debajo de los 25 dólares”, afirmó.
Para el titular de la Cámara de Comercio “seguimos poniendo en riesgo los beneficios de la ley, en la que no están incluidos solamente los trabajadores del sector fabril sino todos los que habitamos la Provincia”.
Y remarcó la pérdida de beneficios desde la década de los ‘80 “a partir de esa búsqueda de lograr ventajas en el marco de la ley”.
“En nuestro país, tenemos la desgracia de que nos manejamos todos con los intereses personales y tratando de cortar camino permanentemente en el sistema en vez de hacer las cosas seriamente”, reprochó Navarro, considerando que “algún día tenemos que aprender a hablar en serio, a tener industrias serias y competitivas, sino vamos a seguir en un parche del parche del parche”.
“¿Porqué traer piezas terminadas si se pueden armar en Tierra del Fuego”, se preguntó el presidente de la Cámara de Comercio, asegurando que “A Tierra del Fuego no le debe interesar tener empresas que pasen a poner un sello solamente, y necesitamos agregado de valor, para que a su vez se generen más puestos de trabajo”.