USHUAIA.- El pasado domingo se disputó la sexta y última fecha de la fase de grupos del presente Federal «C» de fútbol. No era una jornada más. Se definían las plazas clasificatorias para la siguiente instancia del certamen de ascenso del Consejo Federal. Dos lugares para tres equipos. Los Cuervos del Fin del Mundo, Victoria e Italiano, pugnaban por la clasificación. Pero había un juez, que determinaría el destino de esa clasificación final: la UOM.
Un desfasaje de unos 25 minutos hizo que la atención primaria se centrase en la acción de la capital provincial. UOM e Italiano se medían en el sintético del “Hugo Lumbreras” y pese a un par de intentos en los primeros minutos con Douglas Romero y una media vuelta en el área de Matías Ayala, el dominio y control fue del Azzurro, que encontró el 1-0 parcial tras un centro que partió desde la banda derecha por intermedio de Néstor Cruz, que derivó en el infortunio de Robinson Morales, quien cabeceó el balón y marcó en contra de su propia valla.
Un par de minutos después, llegó la segunda conquista del visitante. Todo era fiesta y pasaje a la siguiente ronda. Gastón Gallo, de buen partido, estampó cifras de dos goles de ventaja para Italiano. Resultado que se mantendría inalterable en la primera mitad. Mientras, en Río Grande, las novedades eran positivas para los elencos riograndenses. Primero Jonatan Torres y luego Alejandro Peña ponían el 2-0 parcial de Victoria sobre Los Cuervos; y en el banco azzurro todas eran sonrisas. La rueda de la fortuna parecía estar del lado de los riograndenses.
El complemento pésimo mal para los metalúrgicos, el potente delantero Matías Ayala, quien fue el goleador en el certamen liguista local para la UOM, fue a disputar un balón al ingreso del área junto al arquero Nahuel Retamales y el juez principal del cotejo, Walter Barrera, no titubeó en sacarle la tarjeta roja, al considerar que había sido intencional el impacto en el rostro del portero. Marcador 2-0 abajo para los metalúrgicos y, de allí en más, 11 contra 10. Panorama oscuro. Más si se tenía en cuenta que el doble cinco Eric Zaraza y Ángel Gutiérrez se habían apoderado de la pelota y manejaban con criterio las ofensivas en el conjunto dirigido por Segundo Burgos.
En el desorden del ataque por ataque, Douglas Romero encontró el descuento para la UOM; pero en la jugada posterior al saque del medio, Gastón Cornejo sentenció al arquero Armando Aquino y colocó, nuevamente, una brecha de dos goles. Y para mayores complicaciones, falta táctica en la mitad del campo de juego, y el volante central Mariano Sotelo recibió la segunda amonestación en el cruce. Uno más que se marchaba del campo, y ahora no solo había una distancia de dos goles en el resultado, sino que también la diferencia numérica en el terreno de juego se acrecentó a 11 contra 9. Pensar en dar vuelta la historia era una utopía.
Con más amor propio que juego, a puro orgullo deportivo; la UOM fue por la heroica. Ya no era darle una mano a Los Cuervos, que para ese entonces caían 3-1 en Río Grande, por el contrario, era tratar de despedirse de la mejor forma.
Y en los últimos pasajes del complemento, justo instantes después de que Joel González pusiera el 3-1 definitivo en Río Grande; el recientemente ingresado David Aguirre anotó el 3-2 parcial. Walter Barrera marcó cinco minutos de adición. El «Azzurro» sabía que debía aguantar la parada para alcanzar el objetivo de clasificar.
Cuarto minuto de descuento, tiro libre favorable a la UOM, y arriba todo el mundo. Era la pelota del partido, del pasaporte a la segunda ronda. Ya no eran 11 contra 9; se sumaba toda la ilusión de Los Cuervos en la búsqueda de la clasificación. La tensión se acaparó de la situación. Era Italiano, equipo que menos partidos perdió en la zona -tan solo uno- o era el «Cuervo». Centro bombeado al corazón del área que partió desde la derecha por medio de Matías Ojeda, Retamales que no salió, y el balón le quedó a Aldo Mora, que definió para el 3-3 final.
Sin dudas, empate que se asemeja a una victoria, a un triunfo. La UOM, que estuvo siempre en desventaja en el marcador, y con dos hombres menos, mostró su espíritu deportivo. En los últimos 15 minutos del partido consiguió las dos conquistas que nivelaron la acción e hicieron una partida de la UOM más decorosa de la competición. Épica paridad en la capital provincial, que en definitiva fue un empate con sabor a hazaña festejado por toda la parcialidad cuerva, que regresó de su visita a Río Grande con el pase a la segunda ronda.