“Cada canción apunta a un lugar diferente que refleja un presente, un estado emocional, simplemente pasa por esa dicotomía que presentan la música y la letra, ya que la música es muy para arriba, sin embargo las letras son un tanto oscuras con el dejo de esperanza”, dijo Sebastián Cebreiro en diálogo con Télam.
La Vela Puerca, popular banda uruguaya de rock que lleva 27 años de historia, lanzó su octavo álbum “Discopático“, dueño de un sonido enérgico y potente, cuyas canciones comenzaron a sonar en vivo en una extensa gira internacional que comenzó con 10 presentaciones en España y que ahora se desarrolla con siete funciones por ciudades argentinas.
Acerca del flamante trabajo, Sebastián “Cebolla” Cebreiro, uno de los vocalistas del grupo que se mantuvo activo en el conjunto desde su formación en 1995, aclaró en una entrevista que mantuvo con Télam que “Discopático” no es un disco conceptual.
“Cada canción apunta a un lugar diferente que refleja un presente, un estado emocional, simplemente pasa por esa dicotomía que presentan la música y la letra, ya que la música es muy para arriba, sin embargo las letras son un tanto oscuras con el dejo de esperanza que tiene que tener toda canción que pase por La Vela Puerca”, reflexionó Cebreiro.
“Mejor reír que llorar, está clavado, pero no vale mirar para el costado”, repite el cantante y compositor Sebastián “El Enano” Teysera, en uno de los pasajes de “Contra el viento”, graficando algo de ese espíritu de la banda.
Cebreiro contó que las canciones, que empezaron a foguear en España y en una serie de conciertos en el país iniciados el viernes pasado en Bahía Blanca, el sábado en Mar del Plata y que los llevará a tocar este lunes en Necochea, “están para descubrir, son muy personales, así que eso lo dejo para la gente, que descubra cuál es el significado que tiene para cada persona”.
La gira en la que no faltan los clásicos de la banda, abarca también las ciudades bonaerenses Olavarría el 22 de junio, La Plata el 24 y Tandil el 25, Córdoba el 19 de agosto, Rosario el 27 de agosto, el porteño estadio Luna Park el 6 de octubre, y el 19 de noviembre llegará al Velódromo de Montevideo.
El nombre “Discopático” según explican los músicos, remite a “aquel que ostenta la enfermedad de los discos. Ésta afecta al disco intermusical que se encuentra formado por una sustancia vinílica llamada LP. Está alojada entre cada surco y su función es proporcionar felicidad a los oídos”.
En ese sentido, Cebreiro ahondó: “La idea nace de una anécdota que le sucedió a ‘El Enano’; en un momento tuvo un gran dolor de espalda, fue al osteópata y le dijo que tenía una discopatía; y él a modo de broma le respondió: ‘sí, la discopatía es la enfermedad de escuchar discos'”.
Otra de la peculiaridades de este disco está ligada a la grabación, ya que después de muchos años de estar al frente de la producción de sus discos, esta vez decidieron convocar a Alejandro Vázquez como productor artístico, partiendo de la idea que “siempre es bueno tener una mirada diferente”, según apuntó el guitarrista Santiago Butler.
“La grabación fue bastante atípica porque volvíamos a grabar con un productor artístico, el cual le aportó un talento increíble, una forma de relacionarse con la música que estuvo buenísima. Fue uno más de la banda, entonces ese aporte ya de arranque es invaluable”, dijo el guitarrista.
Ambos músicos hablaron con Télam acerca del presente de la banda, de la que se declararon “los primeros fantásticos” y a la que ambos coincidieron en describir “como una novia”.
Tanto Cebreira como Bulter destacaron la participación de la cantante colombiana Andrea Echeverri (Aterciopelados), en “Tormenta”, tema acompañado por un videoclip dirigido por Octavio Lovisolo. “Ella le dio una impronta y una energía femenina y su canto se potencia junto a la voz de ‘El Enano'”.
También colaboraron en el álbum Diego Arquero en el previamente lanzado “La Pastilla” e invitados especiales como Tito Fuentes (Molotov) quien suma su guitarra en “El Paraíso”, Mauricio Ortiz (No Te Va Gustar) con su saxo barítono en varios de los temas, Lucía Vecino en coros, Patricio Villarejo en cello y Martín Morón en trombón.