BUENOS AIRES (NA).- Las fábricas argentinas de autos están operando por debajo de la mitad de su capacidad instalada y si bien las ventas comenzaron a mejorar, no se vislumbran saltos significativos porque el consumo en Brasil, el principal importador, muy deprimido.
Luego de un 2014 crítico para las terminales, concesionarios, autopartistas y trabajadores del sector, lo transcurrido en lo que va de este año no permite vislumbrar señales de reversión de tendencia este año, pero sí podría haber mejorar hacia 2016, después del cambio de Gobierno y de mejora en las expectativas.
La Utilización de la Capacidad Instalada (UCI) en el sector alcanzó en julio un nivel de 44,7 por cinto (según los últimos datos disponibles) lo que evidencia que el sector se encuentra operando a menos de la mitad de su potencial tecnológico y se ubica 26,4 puntos porcentuales por debajo de la utilización de la capacidad del total de la industria.
«La industria automotriz opera actualmente con una capacidad ociosa como hacía seis años no ocurría», indicó un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), con datos de los primeros ocho meses del año.
Según información de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), la producción (en unidades físicas) generada por las terminales automotrices argentinas alcanzó en agosto del corriente año las 49.048 unidades, un 7% por encima de las unidades fabricadas en el mismo mes de 2014 y un 8% más que en julio de este año.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año 2015, se produjeron 364.574 unidades, un 10 por ciento menos que en igual periodo del año pasado.
Dado que desde 2014, el resto del mundo es el destino de más del 55 por ciento de la producción local, el comportamiento de las ventas al exterior resulta un factor determinante para la industria local.
Brasil es el principal destino de la venta de automóviles, con casi un 80 por ciento de participación en las exportaciones: de hecho, las ventas de vehículos nacionales han estado destinadas principalmente a este país desde el año 2007.
Exceptuando Brasil, Uruguay, Colombia y Ecuador, el resto de los destinos evidenciaron un aumento en sus compras a la Argentina e incluso se destaca el crecimiento de los envíos a Europa y Resto de América.
Por su parte, el principal destino en importancia para las manufacturas argentinas mostró una reducción de 59.553 envíos respecto a igual periodo del año previo; en total, se exportaron 47.424 vehículos menos (-21%) que en enero-agosto de 2014.
Esa contracción está directamente vinculada al comportamiento que viene registrando el mercado brasileño, principal destino de los vehículos argentinos.
Mientras los problemas se intensifican en el frente externo e interno, la industria automotriz está activando proyectos de inversión que permiten ser más optimistas sobre el desempeño del sector en el mediano y largo plazo.
Según el IARAF, si bien la nueva etapa podría generar oportunidades en toda la cadena, implicará asimismo el desafío de recuperar la competitividad para poder enfrentar a los nuevos mercados, consolidar los proveedores autopartistas e incrementar el valor agregado local en la industria.