En la inmensidad azul del Atlántico, la madre naturaleza creó una tierra repleta de belleza natural y que espera a que la exploren: el archipiélago de las Azores. Descubrí este paraíso natural en Portugal.
PORTUGAL.- Al este, en la isla de Santa María, las playas son cálidas y de arena clara, y los viñedos que cubren las laderas dispuestas en anfiteatro recuerdan a escaleras para gigantes. São Miguel, la mayor isla, cautiva por sus lagunas de Sete Cidades y de Fogo. La fuerza que emana de la tierra se deja sentir en los géiseres, en las aguas termales calientes y en los lagos volcánicos, así como en el sabroso “cocido de Furnas”, que se cocina lentamente en el interior de la tierra.
En el Grupo Central, las islas Terceira, São Jorge, Pico, Faial y Graciosa se disponen armoniosamente en el mar azul en el cual rondan ballenas y delfines que hacen las delicias de los visitantes. Terceira habla de la historia en sus fiestas y también en Angra do Heroísmo, catalogada como Patrimonio Mundial. Faial es el fresco azul de las hortensias, el puerto deportivo coloreado por las pinturas de los navegantes llegados de todo el mundo y el volcán de Capelinhos que, ahora inactivo, recuerda a un paisaje lunar. Enfrente, Pico, la montaña que nace del mar con sus viñedos plantados en negros campos de lava, un cultivo único que también está considerado Patrimonio de la Humanidad. En São Jorge, destacan las fajãs y su queso, especialidad única y de sabor inconfundible. Graciosa de nombre y de apariencia, esta isla verde tiene campos cubiertos de viñas que contrastan con sus peculiares molinos de viento.
En el grupo occidental, en la isla de Flores, nos deslumbra la belleza de las cascadas naturales y de las lagunas excavadas por volcanes. Corvo, la isla miniatura, tiene en su centro una amplia y bella caldera y atrae a varias especies de aves venidas no solo del continente europeo sino también del americano.
Estas son las Azores. Nueve islas, nueve pequeños mundos, que tienen tanto en común como de diferente, pero en las que la todos sus habitantes comparten su simpatía.
El origen de las Azores se encuentra grabado en los 1.766 volcanes que existen en este archipiélago, nueve de los cuales todavía se encuentran activos. De toda esta riqueza natural nació el Geoparque de las Azores, que forma parte de la Red Europea y Global de Geoparques, y que pretende promocionar y proteger el patrimonio geológico de este archipiélago.
Geoparque
El Geoparque de las Azores es único en el mundo, ya que dispone de 121 geositios repartidos entre las nueve islas y la zona marina que lo rodea, reflejo de la gran diversidad geológica volcánica del archipiélago. ¡Son nueve islas, pero un único geoparque!
En el subsuelo aparecen señaladas casi trescientas cavidades volcánicas, en forma de grutas, cuevas y grietas. En el paisaje hay calderas secas, lagunas en cráteres, campos de fumarolas y manantiales termales. En el mar encontramos fuentes geotermales submarinas. La majestuosa montaña de Pico, cuyo cono todavía permanece intacto, parece proteger todas estas riquezas geológicas. Testimonio del poder de la naturaleza, el volcanismo del archipiélago impresiona por la diversidad del patrimonio geológico de la región que refleja una memoria geológica de 10 millones de años.
La Asociación del Geoparque de las Azores ha creado nuevos servicios, rutas y productos interpretativos, dando lugar a un geoturismo de calidad en la región, estrechamente relacionado con otras vertientes del turismo de naturaleza.
Acerca de su historia
La presencia de los portugueses en las islas se remonta al 1427 cuando las primeras carabelas llegaron a Santa María y Sao Miguel por donde se inició el poblamiento del archipiélago. Gracias a su posición estratégica, al abrirse la ruta al Nuevo Continente, las islas comienzan una etapa de desarrollo y también de luchas. En sus aguas se han desarrollado algunas grandes batallas navales entre leales a las coronas reinantes, corsarios y piratas.
En Santa María, por ejemplo, se detuvo Cristóbal Colón en su viaje de regreso a la Península después del Descubrimiento y se encuentra la antigua Capilla dos Anjos, donde se acercó a rezar (o a pedir clemencia divina, nunca lo sabremos).
El clima invita
Las islas gozan de un clima templado todo el año, lo que nos asegura que podemos visitarlas en cualquier época sin mayores diferencias. El invierno no suele traer temperaturas menores a los 15 o 14 grados, mientras que el verano es muy llevadero con una media de 25 grados en agosto.
Como llegar
La mayoría de los vuelos a las Azores parten de Portugal, aunque, encontrándose en el centro del Atlántico, también hay vuelos desde Londres, París, Amsterdam, Estados Unidos y Canadá, realizando, la mayor parte de ellos, escala en Portugal. Las islas se encuentran unos 1.300 km al oeste de la Península Ibérica, el vuelo dura unas dos horas.
Entre las diferentes islas hay servicios aéreos regulares y por barco. Vía marítima hay muchas conexiones en ferries entre las cinco islas centrales, y algo menos con las más periféricas
Actividad vinícola
Vinos que surgen de lava volcánica junto al mar conforman un tesoro vitícola en la segunda isla más grande del archipiélago de las Azores. Los viñedos de la isla de Pico, en Portugal, plantados en suelo de lava y rodeados con muros de piedra que los protegen del viento marino, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad. Gracias al suelo volcánico -rico en nutrientes-, al microclima seco y cálido de las laderas protegidas del viento por muros de piedra que se calientan con el sol, las viñas han logrado condiciones excepcionales de maduración. De estos viñedos se logran vinos frescos afrutados, secos y ligeros, que acompaña perfectamente un plato de mariscos o pescado.
Un paraíso para surferos
Surfistas de todo el mundo se congregan en la Praia do Amado para meterse de lleno entre las olas. Gracias a su gran oleaje, se la considera una de las mejores playas de toda Europa para practicar todo tipo de deportes de viento y agua. De hecho, en la misma playa hay dos escuelas de surf.