BUENOS AIRES (NA).- El empresario Lázaro Báez, preso en el penal de Ezeiza por estar involucrado en una causa por lavado de dinero, negó ser «testaferro de Cristina ni de la familia Kirchner» y afirmó que hay una «mano extraña» en la investigación porque, a su criterio, «el hilo se corta» en él y no prosigue al resto de la supuesta red de corrupción.
«No soy testaferro de Cristina Fernández de Kirchner ni de la familia Kirchner. Un testaferro no pediría, en la causa y por escrito, que se investigue la obra pública. Porque aparentemente todo el mundo pretende que se corte el hilo en Lázaro Báez», afirmó el empresario.
Báez formuló estas declaraciones al portal Infobae desde la cárcel de Ezeiza, donde está detenido desde el 5 de abril por orden del juez federal Sebastián Casanello por la causa conocida como «ruta del dinero K».
El dueño de Austral Construcciones negó también que mantenga un pacto de impunidad con Cristina Fernández y al respecto insistió en señalar que ha reclamado «la investigación, precisamente, de la obra pública».
Eludió afirmar si la exmandataria nacional lo traicionó, pero sí señaló que «acá hay demasiada mano extraña para que el hilo se corte en Lázaro Báez».
En este sentido, se refirió los insultos que sufrieron sus hijos la semana pasada en el Aeroparque Jorge Newbery, al bajar del avión que los trasladó de Río Gallegos a Buenos Aires, vuelo que también contó entre sus pasajeros al diputado nacional e hijo de Cristina Fernández, Máximo Kirchner, quien sin embargo no fue escrachado.
Al respecto, Lázaro Báez dijo que «esa es una expresión clarita» de la mano rara a la que aludió, y explicó: «A mis hijos los insultaron, mientras que atrás sale el hijo de la expresidente, muy amable, todo el mundo con una recepción fantástica… Pero nosotros no éramos los que manejábamos los intereses de este país ni tampoco éramos, como dicen, los que direccionaban la obra pública. Es macabro que se direccionen todos esos insultos y esa agresión hacia mis hijos».
Consultado acerca de si el escrache a sus hijos y no a Máximo Kirchner fue organizado por el kirchnerismo, Lázaro Báez sostuvo que no podría afirmarlo, pero afirmó que sí «está armado».
«No piensan que hay una familia detrás. Ni tampoco que hay una investigación que aún no finalizó. Acá fuimos condenados anticipadamente», se quejó el empresario.
Por último negó que él sea un preso VIP, como se mencionó en algunas publicaciones, y señaló que no se beneficia de «ningún privilegio» en el penal.
Báez está en el pabellón 6 módulo D del Complejo Penitenciario de Ezeiza.