El juez de Instrucción Andrés Leonelli habló sobre el crimen de Nilda Núñez, la joven asesinada y descuartizada en Tolhuin. Confirmó que “hubo una pelea donde Nilda recibió un fuerte golpe en la cabeza y una asfixia mecánica”; luego de lo cual las evidencias marcan que fraccionó su cuerpo en la misma vivienda.
RIO GRANDE.- El pasado jueves el juez de instrucción, Dr. Andrés Leonelli, emitió el procesamiento con prisión preventiva a Aldo Javier Núñez por el crimen ocurrido en la localidad de Tolhuin, con la figura de “homicidio agravado”.
Tras ese pronunciamiento dialogó con El Sureño, señalando que “Núñez es el autor del homicidio de Nilda, desde luego con el grado de provisionalidad que tiene esta etapa procesal y con el respeto de las garantías constitucionales y el principio de inocencia hasta que no haya una condena firme”.
El procesamiento es un grado de probabilidad de autoría y según precisó el magistrado, “en este momento hay suficiente sospecha para pensar que fue él quien cometió el homicidio; en efecto de la prueba incorporada al sumario, se han determinado a través de testigos que el homicidio pudo haberse cometido entre los días 20, 21 de junio y de hecho hay testigos que escucharon una fuerte discusión entre estas partes”.
Leonelli recordó que a partir de las contradicciones que evidenciaba el imputado cuando era consultado por los vecinos y allegados de Nilda, cuando lo consultaban por su ausencia; “esto provocó el allanamiento de la vivienda, donde se encontraron en el interior diversos elementos o rastros que permiten inferir que el seccionamiento del cuerpo se realizó en el interior del inmueble”.
“De hecho –agregó el Juez- se hallaron rastros de sangre en diversos sitios de la casa, elementos de corte con restos de sangre humana, guantes utilizados en esa faena, pruebas que nos llevan a concluir y tomar estas determinaciones”.
Respecto a los hijos de Nilda Núñez, que estuvieron con el hombre procesado desde el mismo momento de la desaparición de la mujer, Leonelli indicó que “por una cuestión de respeto, incluso hacia los menores, no voy a expedirme al respecto”. Y agregó que “el Juzgado de Familia intervino y está dando respuestas a las necesidades de los chicos, que dispuso la guarda a los abuelos de ellos”.
En cuanto a la mecánica de la muerte, sostuvo que “las pruebas incorporadas hasta ahora nos permiten presumir que hubo una discusión, una pelea, un fuerte golpe en el cráneo de la víctima que le provocó una fractura y posteriormente una asfixia mecánica, muy posiblemente manual por compresión laríngea”.
Asimismo apuntó a los antecedentes de violencia entre la víctima y el hombre procesado, y precisó que “hace un año se dio inicio a una causa en el Juzgado de Familia bajo la Ley 10.022 y de allí surge un elemento que se ha valorado y tenido en cuenta, puesto que la mecánica que evidenció en esa oportunidad es prácticamente idéntica a la que ha aplicado y que le produjo la muerte en esta ocasión”.
“No intentó asfixiarla pero sí la tomó del cuello y la golpeó incluso en la cabeza, eso se corroboró a través de testigos indirectos que han intervenido en esa oportunidad en 2015. En definitiva la propia víctima había declarado en ese momento una mecánica muy similar a la que ahora estimo o tengo elementos para presumir que así ocurrió en esta ocasión”, añadió.
Presumen que continuaba la relación entre víctima y victimario
El juez utilizó como agravante del procesamiento por homicidio la relación de pareja entre Nilda y Javier Núñez. Si bien se desconocía -por los testimonios de vecinos y amigos- que hayan vuelto a tener vínculo sentimental, señaló que “se pudo determinar por varios elementos que el imputado estaba prácticamente instalado o frecuentaba con regularidad el domicilio de la víctima, más allá de eso el agravante está dado por la relación de pareja que podrían tener o hubieran tenido, no es determinante que en ese momento estuvieran en pareja para aplicar el agravante”.
Finalmente se refirió al embarazo de Nilda y su importancia en el marco de la causa. “Es un dato a esta altura que va a dar mayor fuerza probatoria a lo que ya se viene presumiendo con cierto grado de probabilidad en la causa, no hay motivo para pensar que los testigos que declararon tienen algún tipo de participación en el hecho”, dijo en relación a un efectivo policial que estaba relacionado con la mujer y en un principio estuvo bajo sospecha.
“Aparentemente el hijo podría ser de otra persona que no es Javier Núñez, y lo que queremos acreditar es quién es el padre de la criatura y tiene que ver con cuestiones probatorias que tienden a esclarecer el contexto en el que se produjo este hecho”, refirió finalmente el Juez.