USHUAIA.- Un vecino de Ushuaia realizó una consulta al encontrar un insecto que llamó su atención. La información vertida en la respuesta de la investigadora resulta de interés para esta época del año y particularmente esta primavera.
“El insecto que se ve en la foto es un coleóptero, de la familia de los cerambícidos” explicó la doctora Vanessa Lencinas, investigadora en el Laboratorio de Recursos Agroforestales. “Se trata de insectos nativos de nuestros bosques, conocidos como “taladros” cuyas larvas se alimentan de madera. Son los típicos gusanos blancos, grandes, gordos y duros, que podemos llegar a encontrar hachando un tronco. Las larvas tienen mandíbulas muy fuertes que les permiten roer la madera y hacer las galerías por las que se desplazan. Su ciclo es muy lento y tardan varios años en emerger como adultos”. La experta agregó que aún no se conoce con exactitud, pero se calcula que dicho proceso dura entre cinco y siete años.
La doctora en ciencias agronómicas aclaró que este ha sido un año excepcional, ya que han emergido muchos de estos adultos y agregó “Tenemos varios registros de este hecho tanto en la ciudad de Ushuaia como en otros lugares de la provincia.”
El nombre científico de la especie es Microplophorus magellanicum. Se los identifica porque su primer par de alas es duro (característica de los coleópteros), y porque los márgenes exteriores de sus alas son paralelos al eje principal del cuerpo y poseen antenas muy largas, lo cual responde a rasgos típicos de los cerambícidos.
“Es muy interesante que quien nos consultó haya notado el detalle de sus antenas, ya que esas prolongaciones permiten diferenciar a los machos de las hembras, pues les permiten detectar las feromonas que ellas producen y así encontrarse para reproducirse”, agregó Lencinas, “y se trata de una especie totalmente inofensiva para el ser humano, concluyó la experta.