Juan Ignacio Provéndola es licenciado en Periodismo y rockero de alma. Vino a Tierra del Fuego a presentar su libro, ‘Rockpolitik’, que estudia la relación que existió entre el rock nacional y el poder político en los últimos 50 años. El Sureño conversó con él acerca de su libro y cómo ve hoy al rock del país.
RÍO GRANDE.- Por estos días Juani, como prefiere que lo llamen, escribe de forma regular en diferentes medios nacionales. Es Licenciado en Periodismo, de la Universidad del Salvador. Sin embargo, la idea de estudiar formalmente el rock como elemento político nació hace tiempo, mientras estudiaba.
De la tesis al libro. Debido a su inclinación personal hacia el rock y un trabajo que, convenientemente lo acercó al tema, llegado el momento de presentar su tesis, era claro que el objeto de estudio estaría cercano a su música favorita: el rock.
“Siempre, cuando uno hace la tesis en la universidad, te recomiendan que sea un tema afín, cercano a uno. Y bueno, a mí siempre me gustó el rock. Y ya estaba laburando en periodismo de rock, en el Suplemento Sí, de Clarín (que fue el primer suplemento joven de Argentina y que cerró justamente hace un mes), lo propuse. Y en la facultad me aceptaron el rock como objeto de estudio pero el requisito era que se agregara una investigación original que no fuera una cosa meramente monográfica. Entonces, qué nueva lectura se podía hacer del rock; encontré que nunca se había analizado en detalle su relación con el poder político en Argentina”, recuerda Provéndola.
Justo por esa época, año 2005, fue cuando Juani empezó su tesis, el rock estaba empezando a ser incorporado como elemento de análisis en instancias académicas. Además de las revistas de rock y libros.
Disciplinas como Antropología, Sociología, ya de este género musical en particular. “Cuando empecé a investigar vi que había mucha más información de la que yo me imaginaba. Entonces me propuse hacerlo lo más profundo posible a ver si después los podía publicar y una vez que la terminé empecé un poco el recorrido por editoriales hasta que finalmente fue del interés de Eudeba que es la editorial de la UBA”.
Rock, ayer y hoy. ‘Mal Bicho’ de los Cadillacs, ‘Señor Cobranza’ de la Versuit, ‘Mi Vieja’ de Pappo, ‘El imbécil’ de León, ‘Barricada Policial’ de 2 Minutos; son sólo algunos ejemplos de canciones y bandas que abiertamente hablaban de sus ideas políticas, y sobre los políticos.
“Me parece que tiene que ver con que en los momentos que en que el rock se politizó en sus letras -observa Provéndola- o asumió una postura más de barricada, tenía que ver también con un momento en el que la política estaba muy despreciada. Particularmente la década de los 90: Menemismo, crisis de representatividad muy fuerte, el indulto, la reforma de la Constitución a los efectos únicos y exclusivos de que Menem pueda ser reelecto, porque no fue una reforma para mejorar leyes. Entonces tenía más sentido que el rock, que siempre fue un canal de expresión de la juventud, levantara banderas políticas, que la política las había arriado… las había bajado”.
Según su punto de vista, hoy el rock vive un proceso diferente: “Desde hace un par de años la política, por decirlo de alguna manera, volvió a la mesa. Es un tema de conversación de un montón de gente, y genera interés porque están más atentos. Antes, uno miraba Tinelli o Jugate Conmigo o a Sofovich cortando la manzana. Hoy a lo mejor estamos más interesados de lo que sucede y de discusiones que son más profundas. Entonces a lo mejor, la sociedad encuentra en la política el canal de expresión de sus inquietudes políticas, y el rock se puede dedicar a otras cosas”, comenta el escritor.
“Hoy hay bandas combativas -expresa el escritor-. Lo que también sucede es que después de Cromañón dejaron de aparecer bandas populares porque dejaron de haber lugares para que toquen las bandas. Los 90’ fue la era de los estadios, Los Redondos, Los Piojos, La Renga y después de Cromañón se acabó esa era de los estadios. Entonces tiene que ver también con eso, justamente, con la relación que llevaba el rock también con la política”.
Un libro que recorre el país. Junto con la presentación del libro, Juani no perdió oportunidad de escuchar nuevas bandas en todas las provincias por las que anduvo: “Y… salió una ‘gira rockera’ muy linda por el interior, esta es la escala N° 11. Empezó en La Plata, después siguió en San Nicolás al norte de Buenos Aires, San Miguel de Tucumán, Posadas y Oberá en Misiones, después hubo una breve gira en Santa Fe capital, Rosario y Rafaela, Ushuaia el jueves pasado, ahora acá en Río Grande, el lunes en Chapadmalal y cerramos en Villa Gesell que es la ciudad donde yo nací”.
Para un libro que habla de rock, nada mejor que un poco de rock. Por eso, cada presentación en las ciudades que visité, tuvo la compañía de bandas locales. En Río Grande la banda de música celta Belenus presentó, con su particular sonido, un segmento en el que recorría la historia del rock nacional, con fragmentos de canciones icónicas como ‘La Marcha de la Bronca’. Vodevil, de Ushuaia, también los acompañó presentando temas de su nuevo disco, y una versión de ‘Rezo’ de Charly García y Luis A. Spinetta.
Desde las primeras, como Manal. Hasta las más actuales como Bulldog, hoy hay bandas de rock recorriendo el país, tocando, y sacando discos. Juani, que durante este año pudo vivirlo de cerca, comenta: “El rock sigue siendo una expresión cultural que representa y atraviesa a los jóvenes, pensemos lo siguiente: el tango o el folclore que son expresiones a lo mejor más arraigadas con expresión nacional tuvieron periodos muy cortos de producción, dos o tres décadas y de ahí de en adelante los artistas que surgieron se dedicaron a versionar a los artistas anteriores más que generar algo nuevo. En cambio, el rock lleva 50 años de producción genuina. Y eso no es poca cosa. Medio siglo, es un montón y en todos lados del país hay bandas. A muchos investigadores del extranjero les llama poderosamente la atención cómo Argentina tomó al rock, siendo una expresión en realidad norteamericana e inglesa, la tomó. la releyó y la convirtió en una expresión propia, no sólo en una cosa foránea”, concluyó.