Ayer, y a pesar de la nieve, las temperaturas bajo cero y el viento se realizó en Río Grande la Segunda Liberación Masiva de Libros. Cerca de quinientos volúmenes, donados por personas de toda la ciudad, están siendo leídos por nuevos lectores.
RIO GRANDE.- En todo el mundo, desde el año 2003 aproximadamente, comenzó el movimiento por la difusión de la lectura, y los buenos libros. El mecanismo era dejar libros en lugares aleatorios de la ciudad: un banco de una plaza, un bar, una parada de colectivo para que un nuevo lector lo encontrara.
La idea llegó a Argentina y se expandió hasta el Fin del Mundo. En Tierra del Fuego, desde hace cinco años se viene realizando la Liberación Masiva de Libros, con cada cambio de estación, y en Río Grande, ayer fue la segunda edición del evento, que comenzó en marzo de este año.
Sabrina Cabrera, docente de nivel inicial y es junto con colegas y amigas, parte del movimiento “Río Grande Anda Leyendo”. Ayer, durante dos horas, estuvieron en la explanada de Radio Nacional, con los libros que estaban para ser liberados, y recibiendo a cambio, más libros que buscaban volver a ser leídos: “El movimiento de la Liberación Masiva de Libros está presente en todo el mundo, y su premisa es leer. Pero no sólo leer por leer, sino sacar de la biblioteca y de estantes olvidados esos libros que alguna vez, fueron de uno; pasarlos a alguien que pueda estar interesado en leerlo también, y recibir a cambio, otro libro, con su propia historia”, dijo la docente.
“Nosotras nos sumamos a las chicas de Ushuaia que vienen haciendo esto hace cinco años. Nosotras tuvimos la primera liberación en marzo. Esta es la segunda, y ya hoy, tenemos música en vivo, además de a poquito le vamos agregando más condimentos”, explicó Sabrina.
Al principio, la idea era inventariar los libros que iban a tener durante las dos horas del evento, pero la convocatoria las superó: “El tema es que esto es un trabajo voluntario, así que vamos organizando y gestionando a medida del tiempo que dispone cada una. Los libros se estuvieron recolectando en diferentes puntos, hasta ayer. Sumado a que hay libros que teníamos de la Liberación anterior, hoy muchas gente trajo de a cajas. Así que fue medio imposible. Pero yo estimo que hay alrededor de 500 libros”.
“En esta oportunidad predominaron los manuales escolares, sobre los que mucha gente nos preguntaba y estaba interesada. Pero el público es variado, así que los géneros de los libros son muy variados. Hay para todos los gustos y edades”.
Entre los libros que fueron liberados ayer, se encontraron desde manuales escolares, hasta libros de autoayuda, y algunos clásicos de grandes autores como Julio Cortázar.
Sabrina comentó que inclusive encontró copias de algunos de los primeros libros que leyó: “A mí me dio nostalgia encontrarme acá con libros como El Matadero, y otros que se siguen leyendo en la escuela, como María de Jorge Isaacs, que lo leí pero hace años”, comentó la joven docente.
Cada volumen que se entregaba, se llevaba el sello que dice: “Este es un libro libre. Leelo, disfrutalo y pasalo”, firmado por Río Grande Anda Leyendo. Algunos, de ellos, llegaban dedicados, con notas escritas hace años, o con algún souvenir entre sus páginas: “Hemos encontrado un montón de cosas adentro de los libros, hasta boletines”, comentó divertida, Sabrina.
Y agregó: “La idea es promover la lectura, la literatura y promover el formato libro. No olvidarnos del libro, aunque hoy hay muchísimas maneras de leer, el protagonista es el libro. Poder sacarlos del estante en que están ahí olvidados para que sean liberados y encuentren un nuevo lector”.