Líderes del G20 reunidos en Roma acordaron fijar en 1,5 grados el límite máximo del calentamiento global mientras negocian una fecha para alcanzar el objetivo de “emisiones cero” de gases de efecto invernadero, informaron fuentes diplomáticas.
BUENOS AIRES.- Las fuentes, que participan de la redacción del documento final que se conocería ayer a la tarde, reafirmaron a Télam la decisión de los participantes de continuar la línea de los Acuerdos de París de 2015 y mantener el techo de 1,5 grados de suba de las temperaturas globales con respecto a los niveles preindustriales para los próximos años.
El acuerdo supone un paso adelante a tres meses de que una iniciativa similar fracasara durante el G20 temático sobre Energía y Medio Ambiente de julio pasado.
De todos modos, según publicó en septiembre el organismo de control Climate Action Tracker (CAT), ninguna de las principales economías del mundo, incluidas todas la del G20, tiene un plan climático que cumpla con sus obligaciones en virtud del Acuerdo de París, de 2015.
Los países desarrollados y emergentes, entre ellos Argentina, que participan desde este sábado de la cumbre del G20 en el centro de convenciones La Nuvola de Roma, representan el 80% de las emisiones mundiales de gases nocivos para el ambiente.
En el Acuerdo de París, de 2015, más de 190 países pactaron limitar el aumento de las temperaturas globales muy por debajo de 2 grados por encima de las temperaturas preindustriales, idealmente a 1,5 grados centígrados.
Este domingo, a horas de la conferencia del cierre de la cumbre, las negociaciones estarán centradas en los compromisos que el G20 buscará alcanzar a nivel climático, entre ellos la descarbonización de la energía y el objetivo de llegar a cero emisiones de gases de efecto invernadero hacia 2050.
Tras haber alcanzado acuerdos en impuestos globales a multinacionales y vacunación a países en desarrollo, un grupo de los líderes de las principales economías del mundo y de países emergentes iniciaron este domingo el segundo día de actividades con una visita a la tradicional Fontana de Trevi.
Desde allí partieron luego al centro de convenciones de la cumbre a reunirse con el resto de los jefes de Estado y de Gobierno para participar de las últimas dos sesiones de trabajo de la cumbre, dedicadas a “Cambio climático y ambiente” y a “Desarrollo sustentable”.
La visita a la fuente de Trevi se realizó en medio de un operativo de seguridad que blindó el centro romano.
El sábado, la primera jornada de trabajo de la que participó también el presidente Alberto Fernández, estuvo centrada en el acuerdo alcanzado para fijar un impuesto mínimo a nivel global para las grandes multinacionales, así como el compromiso para que el 70% de la población mundial sea vacunada durante 2022.