Cada año más parejas optan por regalar en San Valentín experiencias en vez de objetos materiales y los viajes son siempre las predilectas.
BUENOS AIRES.- Hay muchos tipos de atardeceres: tímidos, apasionados, lujosos y exclusivos, urbanos, costeros, monumentales, estivales, invernales… Aun así, todos ellos parecen tener en común un halo de romanticismo y pasión, ideal para compartir en pareja.
Civitatis, la empresa líder en la venta de visitas guiadas, excursiones y free tours en español por todo el mundo, ha seleccionado los 10 atardeceres más románticos del mundo. Aunque ya se sabe que, en esto de lo amor, no hay nada escrito… Y cada pareja puede tener su propio lugar especial.
Granada
“La más bella puesta de sol del planeta”. Así describió el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, al ocaso que, durante su visita a España en 1997, contempló en Granada. El mandatario tenía razón. Pocos crepúsculos son tan hermosos como el atardecer sobre La Alhambra desde cualquiera de sus miradores, que no son pocos. Aunque el más famoso es el de San Nicolás, que ofrece unas magníficas vistas no solo del monumento, sino también de las montañas de Sierra Nevada.
Taj Mahal
El mausoleo del Taj Mahal, considerado como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, se encuentra en las inmediaciones de la ciudad de Agra. Sin embargo, lo más curioso de este monumento es su historia de amor. La leyenda cuenta que el emperador Sha Jahan se enamoró perdidamente de una joven. El matrimonio fue feliz hasta que, un fatídico día, la mujer falleció en el parto de su decimocuarto hijo.
El desenlace de la historia es toda una declaración de amor pues, en honor a su esposa fallecida, el emperador mandó construir el Taj Mahal. Actualmente, desde este mausoleo es imposible no percibir el romanticismo de su atardecer.
Toledo
La panorámica vespertina de la ciudad imperial no ha pasado desapercibida al público. De hecho, en enero de 2022 diversos organismos japoneses de turismo han señalado que la puesta de sol de Toledo es la más bonita del mundo. El atardecer de la capital de Castilla-La Mancha no solo conquista a los habitantes del país del sol naciente, sino a los de todo el mundo. El Parador de Toledo, o sus inmediaciones, son el lugar ideal para experimentar este romántico momento al ocaso.
Florencia
Las Galerías Uffizi con sus cuadros de Da Vinci o Botticelli; la Galería de la Academia con su David de Miguel Ángel… Que la capital de la Toscana es la ciudad del Renacimiento nadie lo duda. Si a esto le sumamos uno de los atardeceres más bonitos del mundo tenemos como resultado un destino sencillamente perfecto.
El mirador de la Piazzale Michelangelo es el mejor lugar de Florencia donde contemplar una romántica puesta de sol. A esa hora, el astro rey dota a la cúpula de Brunelleschi de unos matices extremadamente singulares.
París
Sí, decir que París es la ciudad del amor y de la luz es un tópico. No obstante, no por ser un cliché deja de ser cierto. Más bien todo lo contrario. Uno de los atardeceres más bonitos que podemos encontrar en la capital francesa es el de la plaza del Trocadero. En esta explanada verán cómo los últimos rayos de sol van cubriendo poco a poco a la gran Dama de Hierro.
Y contemplar el atardecer sobre la Torre Eiffel desde la plaza del Trocadero es todo un espectáculo digno de ser admirado al menos una vez en la vida. Pocas parejas se resisten a este encanto. De hecho, esta plaza es uno de los sitios de París donde tienen lugar más pedidos de matrimonio.
Nueva York
No solo en Europa o Asia se puede disfrutar de una preciosa y cautivadora puesta de sol. En Norteamérica también se viven los atardeceres de una forma muy especial. Un buen ejemplo de eso lo encontramos en el mirador del Empire State Building de Nueva York, desde el que se disfrutan magníficos atardeceres sobre Manhattan.
La ciudad de los rascacielos resulta aún más singular en el momento del ocaso, cuando los débiles rayos solares tiñen de tonos anaranjados los gigantescos edificios de acero y cristal de la ciudad que nunca duerme. El mirador The Edge o el Summit One Vandervilt son otros puntos perfectos desde donde observar cómo el sol se va ocultando.
Kenia
La luz del atardecer en la sabana africana es otro espectáculo de la naturaleza digno de ver. Los atardeceres de Kenia no solo destacan por la viveza de los colores, sino también por la magia, el misticismo y el romanticismo que desprenden.
Además, bajo la luz crepuscular de la sabana africana es posible contemplar jirafas, elefantes, impalas e, incluso, leones que campan a sus anchas sintiéndose los verdaderos reyes del paisaje keniata.
Iguazú
Las cataratas del Iguazú son uno de los grandes atractivos naturales de Argentina y Brasil. No es de extrañar, por tanto, que ver una puesta de sol sobre estos extraordinarios saltos de agua sea una experiencia no solo muy romántica, sino también única e inolvidable.
Santorini
Otro mágico y romántico atardecer imprescindible es el de Santorini. Esta isla del mar Egeo combina a la perfección paisajes de ensueño y visitas culturales en las que uno puede sentirse como una auténtica divinidad de la Antigua Grecia.
De hecho, el toque romántico de las islas griegas no es casualidad, ya que suele ser el destino habitual para numerosas lunas de miel.
Corcovado
Uno de los atardeceres más románticos del mundo se encuentra también en Río de Janeiro. ¿Y cuál es el lugar idóneo de la ciudad carioca para ver el crepúsculo? En la colina del Corcovado, donde se localiza el famoso Cristo Redentor.
Las vistas desde el mirador del Cristo son realmente únicas, ya que brinda unas extraordinarias panorámicas de toda la bahía de Guanabara. También se admira todo el litoral de Ipanema, Copacabana y otras famosas playas cariocas, además del famoso Pan de Azúcar. Fuente: Civitatis