Casi la mitad de los argentinos no controla la sal, el azúcar o la grasa que ingiere en sus comidas.
RÍO GRANDE.- Que los argentinos comen mal ya no es noticia. Que las cifras de obesidad se incrementan año a año, y con ellas el aumento de las enfermedades relacionadas -y prevenibles- tampoco.
Ahora, un nuevo estudio de Fundación UADE y Voices!, realizado en el marco de las actividades del Centro de Investigaciones Sociales (CIS), relevó las percepciones y hábitos de los argentinos en torno a la alimentación.
El trabajo se realizó tomando como base una encuesta probabilística realizada en todo el país a personas de 16 años y más, utilizando entrevistas personales como instrumento de recolección de datos.
Al indagar sobre hábitos específicos en la alimentación de los argentinos, el 83% aseveró consumir con frecuencia frutas y verduras, afirmación que aumenta a medida que se eleva la edad de los encuestados (78% entre los que tienen entre 16 y 29 años contra 81% entre los que tienen entre 30 y 49 años y 91% entre quienes tienen más de 50 años) y a medida que se asciende en la escala sociodemográfica (82% entre la población de nivel bajo, 84% en el nivel medio y 87% en el nivel más alto).
Por su parte, en menor proporción, el 73% afirmó preferir los alimentos frescos, orgánicos y/o poco procesados, guarismo que también encontró mayor número de menciones entre los habitantes de mayor edad (82% entre los mayores de 50 años contra 68% de quienes poseen entre 16 a 29 años) y los de mayor nivel socioeconómico (81% en nivel alto vs. 73% en el nivel más bajo de la escala). Asimismo, esta afirmación también fue mayor entre los residentes de la Ciudad de Buenos Aires (80%) y entre los habitantes de mayor nivel educativo (82% de quienes cuentan con educación superior).
Con menor número de afirmaciones, el 44% de los encuestados aseguró incorporar semillas en su dieta siempre que pueden. A diferencia de otras, esta práctica encuentra grandes variaciones entre los distintos grupos sociodemográficos. Casi la mitad de las mujeres (49%) dicen practicar este hábito, frente a un 38% de los hombres. Este hábito se vuelve más común a medida que aumenta la edad (34% entre los argentinos de 16 a 29 años vs. 45% de quienes tienen entre 30 y 49 años y 51% de quienes tienen más de 50 años), el nivel socioeconómico (38% en nivel bajo, 50% en nivel medio y 54% en nivel alto) y el nivel educativo (36% en primario, 45% secundario y 66% entre quienes poseen educación superior).
Al indagar sobre algunas prácticas comunes a la hora de mantener una alimentación saludable en el último año, el panorama fue variado, siendo algunas de ellas adecuadas y otras deficientes según el tipo de hábito consultado.
En primer término, el 82% de los ciudadanos asegura leer el vencimiento de los productos antes de realizar las compras o antes de consumirlos. Respecto del 18% que no acostumbra esta práctica, la deficiencia es más alta entre los hombres (24%) que entre las mujeres.
Por su parte, la mitad de los encuestados (50%) afirma leer las etiquetas de los productos para ver la lista de ingredientes. Esta práctica es más frecuente en los jóvenes hasta 30 años que entre los adultos de más de 50 años (56% vs. 42% respectivamente). En tercer lugar, siete de cada diez encuestados (71%) afirma controlar su peso de forma habitual, práctica que es más común entre los ciudadanos de mayor edad (79% vs. 67% en el resto de la sociedad).
El 53% asegura intentar mantener un equilibrio adecuado entre proteínas, carbohidratos y grasas, práctica más común entre las mujeres (59% vs. 47% en hombres), las personas de mayor edad (68% entre los mayores de 50 años) y de mayor nivel socioeconómico (63%) y mayor nivel educativo (63% entre quienes cuentan con educación superior). Esta práctica resulta más habitual entre los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires (60%) frente a los residentes del Gran Buenos Aires (48%) y del interior del país (54%).
Casi la mitad de los argentinos no controla el azúcar (47%) ni las grasas que ingieren en las comidas (49%). Ambas prácticas son menos comunes entre los hombres (55% y 56% respectivamente no controlan la ingesta) y entre los más jóvenes (61% de los habitantes entre 16 y 29 años no hace controles al respecto en ninguno de los casos).
Finalmente, cabe destacar que el 58% de la población argentina no lee las etiquetas de los productos para controlar las calorías, hábito que también es menos común entre los hombres (63% no lo hace contra 54% de las mujeres) y entre los más jóvenes (65% de quienes tienen entre 16 y 29 años no acostumbra hacerlo, frente al 48% de quienes tienen más de 50 años).