El viernes, un fuerte viento hizo caer un poste de telefonía, el cual no se desplomó del todo por la maraña de cables que tenía instalados. El hecho vuelve a poner sobre el tapete la urgencia que existe en solucionar los casos de cables en desuso que azotan en la vía pública. La gente que transita está expuesta a sufrir una lesión.
RIO GRANDE.- Un poste de luz de madera, de los que aún mantiene en pie Telefónica en varios sectores de la ciudad, casi se desploma contra una vivienda particular, pero logró ser sostenido por la maraña de cables que tiene instalados.
El incidente con el poste de telefonía ocurrió en la intersección de las calles Don Bosco y Ortiz; en la zona del Parque Industrial y fue como consecuencia de las fuertes ráfagas de viento que se originaron el pasado viernes y que llegaron a los 90 kilómetros por hora, de acuerdo a datos oficiales.
Los postes de telefonía, anticuados para la época, representan un riesgo en varios sectores de la ciudad, como también la existencia de los cables sueltos, cuya peligrosidad se potencia con los días de fuertes vientos, lo cual ocurre en forma periódica en Río Grande.
La existencia de cables que se azotan por el accionar de las fuertes ráfagas de viento, representan un peligro para los vecinos que transitan por las veredas, quienes quedan expuestos a sufrir alguna lesión. ¿Quién debería responder si algo así se debe lamentar?
Tema que preocupa
Hace un mes atrás, el asunto de los cables sueltos tomó relevancia, luego que un vecino insistiera en el reclamo de que el problema sea abordado y tenga una pronta solución. A raíz de esto, los concejales hicieron un pedido de informes al Ejecutivo Municipal sobre un relevamiento que se debía hacer en la ciudad, para adoptar las medidas que sean conducentes.
También hubo una comunicación a la empresa Telefónica de Argentina, de manera que rápidamente adopte medidas para proceder a quitar de la vía pública los cables que pertenecen a esa empresa. El caso es que las empresas que realizan los servicios de mantenimiento, no se encargan de quitarlos, cuando proceden a reemplazar alguna línea.
Desde el Municipio de Río Grande, Sonia Castiglione, a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente, recordó la vigencia de la ordenanza para que las empresas procedan a regularizar el tendido de los cables, quitando aquellos que están en desuso y proceder a ordenar los que sirven.
Si bien hay quince años para que las empresas procedan a soterrar todo el sistema de cableado, es un asunto de suma urgencia proceder a hacer un relevamiento en la vía pública y proceder a retirar aquellos cables sueltos que representan mayor peligrosidad, al menos como medida de precaución y para evitar males mayores.
