“Los sueños están para cumplirlos, y lo demás es cháchara”

Sol y Martín se autodefinen como un Proyecto Cultural Rodante. Milonga Rutera, es una compañía teatral itinerante conformada por Sol Pittau y Martín Speroni. En una Combi Volkswagen modelo ´85 viajan por Argentina y Latinoamérica llevando espectáculos teatrales.

RIO GRANDE.- Desde hace ya un año, Sol Pittau y Martín Sperni viajan en su combi Wolskwagen, llevando a cada pueblo por el pasan las dos obras teatrales de su pequeña compañía: `Oliva y Canelón: Viajeros´, para público infantil; y `Absurdas mentiras sobre el desamor´, para público adulto.

Llegaron a Ushuaia, desde Buenos Aires, después de un año de viajar presentando sus obras por el país. En principio la meta era llegar a Ushuaia. Aunque por momentos pensaron en volverse, pero el deseo de llegar al fin del mundo fue más fuerte.

“Queríamos llegar a los 3 meses a Ushuaia, y terminamos llegando al año -comenta Sol-. Esas cosas de la vida que uno piensa ‘sí, a los tres meses llegamos’ y después te das cuenta que el tiempo pasa diferente, que tenés que estar un mes en cada ciudad para conseguir funciones”.

Para los chicos, es claro, que el viaje no es turismo. En Buenos Aires se despojaron por completo de todas las cosas que los obligaban a volver, desde el alquiler, hasta las ollas Essen. Martín concuerda, que para vivir de las funciones deben darle tiempo a cada lugar, “Y para conocer también -agrega-, porque si no pasás a ser un turista, que no es nuestra idea. En algunos casos estamos medio corriendo en algunas oportunidades, pero nos gusta conocer la ciudad, los pueblos, la gente. Cómo se desarrolla la vida en cada lugar en que estamos”.

En Buenos Aires, y desde hace más de 10 años, ambos se dedicaban al teatro. Además de actuar, son profesores de teatro, daban clases, dirigían, y tenían un pequeño espacio que funcionaba casi como un centro cultural. “Aparte Martín es diseñador gráfico, yo reparo notebooks, también soy fotógrafa, maquilladora artística, de todo”, comentó Sol.

Milonga se fijó la meta de llegar hasta México. Aunque ahora pusieron una meta más cercana que es La Quiaca, para unir de punta a punta la Argentina. Martín Speroni es el escritor de las dos obras que presentan ‘Oliva y Canelón: Viajeros’, y ‘Absurdas mentiras sobre el desamor’.

“Yo trataba de escribir para esas varieté, escenas o pequeñas obras, y de ahí surge un poco lo que termina siendo esta obra sobre el desamor”comentó Martín.

“Nos gusta trabajar sobre el humor, llevando a la literalidad cosas como el hecho de robar, romper un corazón, o pedir que te devuelvan el corazón que te robaron”, agregó Sol.

Los chicos de Milonga Rutera, pasaron finalmente 50 días en Ushuaia, hicieron varias funciones de ambas obras, y hace sólo unos días también se presentaron en Río Grande. La forma de fijar estas funciones es través de contactos con las municipalidades, de los lugares a los que van a llegar, fijan fechas, y van organizando el viaje desde la ruta misma.
Un idea alocada

Sol y Martín habían hecho la experiencia de viajar, y hacer funciones en varias ciudades en poco tiempo. “Hicimos un viaje en avión. Fuimos en dos meses recorriendo desde La Paz (Bolivia) a Caracas (Venezuela). Hicimos desde Bolivia a Perú, Perú a Ecuador, Ecuador a Colombia, y de Colombia a Venezuela. Hacíamos funciones que estaban coordinadas varios meses antes del viaje.

Ahí fue el primer acercamiento con el salir de Buenos Aires para llevar nuestro teatro afuera”, recuerdan.

La idea quedó. Y surgió otra más audaz todavía. Irse esta vez, solos, y por su cuenta: “En ese viaje conocimos a unos viajeros en combi, y otros grupos de teatro. Y como Sol también siempre tuvo la idea de la combi… llegamos del viaje dijimos queremos seguir haciendo esto. Nos dimos cuenta que hay muchos lugares que uno llega y no hay teatro, o no hay gente que llegue con sus obras, y la recepción del material era muy buena”, explicó Martín.

La elección de la combi, fue en parte debido a lo económico, en comparación a otros transportes, y a que en caso de necesitarlo, les provee un lugar para dormir. “Empezamos a investigar y encontramos que hay todo un club de combis, por varios países, de Latinoamérica. Nos llevó tres años desde que llegamos de este viaje de mochila comprarla, tardamos un año en ahorrar, la compramos y tenía el motor roto así que lo arreglamos en un año más, y después medio año más entre que la arreglamos adentro, compramos un bañito químico, todas cosas que uno necesita”, comentó ella.
Menos es más

Durante el viaje, Martín y Sol, tuvieron además que reducir el volumen de sus pertenencias a la superficie limitada de la camioneta. Sin embargo, ambos coinciden en que dejando atrás ciertas cosas materiales, adquirieron otras, más satisfactorias.

“Y lo lindo también del viajar es que uno se da cuenta que menos, es más. Cuanto menos tenés, mejor estás y menos necesitás. En la combi no podés meter cosas como en una casa. Uno se siente más liviano”, destacó Sol.

Martín agregó: “No tenemos el deseo de comprar más que las cosas que realmente necesitamos. Y ahí te das cuenta qué inútil es a veces la cantidad de cosas que uno tiene. Uno compra y acumula cosas que no sirven para nada”.

Uno de los ejemplos que ambos comparten es el de las ollas: “Nos fuimos de viaje con las ollas Essen porque a mí me gusta cocinar: la grande, la chiquita, y la tostadora. Antes de salir, dejé en casa de mi papá la tostadora. Después, en Mar del Plata le dejé a mi hermana la olla grande, y nos quedamos con la más pequeña, que nos alcanza rebien para nosotros dos, pero bueno son esas cosas que uno se aferra, porque es como que siente cariño”, comentó entre sonrisas Sol.
Aprendizajes y desafíos

Una de las cosas que los jóvenes artistas destacan en su paso por decenas de municipios en diferentes provincias argentinas es lo diferente que se sintieron al vivir una realidad que no se ve en la televisión: “La gente está muy alienada pensando que abrís la puerta y te va pasar cualquier cosas. En Buenos Aires, la gente en muchos lugares está a la defensiva, como que en vez de compartir está contra el otro, y nosotros viajando nos dimos cuenta que nada que ver. Hay un montón de gente que nos abre la puerta de la casa, nos invitan a comer por todos lados, cualquier problema que tenés siempre hay alguno que se acerca ayudarte. Hay una solidaridad, una fraternidad. Que son los que se lo permiten, hay gente se permite ser así y lo es”, recalcó Martín.

“Nosotros a veces paramos en las plazas, -coincidió Sol- porque aprovechamos el agua potable, y el espacio público. Y siempre alguien se acerca, nos pregunta qué estamos haciendo, nos ofrecen para ir a bañarnos a su casa, o comer. Al principio, nosotros nos asustábamos, ‘cómo vamos a ir a bañarnos a la casa de un desconocido’ y después la verdad que está bueno porque te sentás a compartir, conversás, ves la realidad del otro. Compartir historias experiencias, soltarse y relajarse y regalarse cosas no materiales”.

Martín, además, recalcó la importancia de permitirse vivir un sueño: “Hay gente que se acerca y nos dice ‘Ay, éste es mi sueño’. Pero no, éste es el nuestro. Si vos tenés un sueño, levantate y andá a buscarlo”.

Los chicos van de pueblo en pueblo, buscando contrataciones y funciones. Además en la página de Facebook “Milonga Rutera”, dejan un número de cuenta bancaria por si quienes los siguen desean donar dinero. A un año de viaje, el mensaje de ambos es cada vez más claro: “Que la gente se anime. Las cosas se aprenden haciéndolas, y cuando uno le pone garras y utiliza los miedos y los enfrenta, uno puede hacer lo quiera. O al menos aprende como no hacerlo. Uno a veces escucha que te dicen ‘yo ya estoy grande para esto’ y nada que ver. Los sueños están para cumplirlos, y lo demás es cháchara”, concluyó Martín.

En el escenario, Sol y Martín viven su sueño, un pueblo a la vez.
Oliva y Canelón, la obra infantil, en las Colonias de vacaciones de Tolhuin. (foto:www.facebook.com/milongarutera)
Oliva y Canelón, la obra infantil, en las Colonias de vacaciones de Tolhuin. (foto:www.facebook.com/milongarutera)
En viaje desde Río Gallegos a Tierra del Fuego. (foto:www.facebook.com/milongarutera)