La película “Algo que pasó en Año Nuevo”, comedia negra con la que los famosos youtubers Jorge Pinarello y Natalia Maldini debutaron en el largometraje, llegará finalmente al universo digital el 16 de marzo luego de su paso por el último Festival de Mar del Plata y su recorrido por salas de todo el país.
Con el impulso y el efecto multiplicador de la inmensa comunidad virtual de sus canales en la red social de videos (Pinarello es el responsable de “Te lo resumo así nomás”, con más de 7 millones de suscriptores, y Maldini también habla de cine, series y cultura en su espacio de más de 100.000 seguidores) la película se sostuvo en cartelera bien por encima del tiempo del que gozan la mayoría de los filmes de gestión independiente.
“Sinceramente, sentíamos el apoyo del público pero la permanencia en el tiempo, la cantidad de mensajes y el boca en boca efusivo nos sorprendió gratamente”, reconoció Maldini en charla con Télam, ya lista para la siguiente etapa en la trayectoria de “Algo que pasó…”.
Con ese mismo espíritu comunitario, y con la ambición de alcanzar ahora a espectadores en cualquier parte del mundo, la cinta podrá verse en la comodidad del hogar. Para eso se puede adquirir una entrada a través de Passline (https://www.passline.com/landing/algo-que-paso-en-ano-nuevo-estreno-digital), con la que se obtendrá un acceso en el mail para verla en cualquier momento entre el jueves 16 de marzo a las 21 y el domingo 19 a las 23.50.
Con guion y dirección de Pinarello, y protagónico de Maldini -quien también produjo-, “Algo que pasó en Año Nuevo” relata la historia de una pareja, Manuel y María, y un final de calendario poco deseado. Irán a visitar a Ana y Julio en su lujosa casaquinta, e intentarán aprovechar para pedirles un favor muy delicado.
Sus anfitriones tienen todo el dinero del que ellos carecen, y en su estancia comenzarán a ver que detrás de un discurso y prácticas New Age de “buenas vibras” se esconden secretos muy oscuros.
Télam: ¿Qué repercusión se encontraron en estos meses?
Natalia Maldini: Nos sorprendió el haber podido cumplir un deseo que nos parecía inalcanzable. Gracias al apoyo de la comunidad virtual se nos abrieron muchas puertas y pudimos estrenar la peli en muchísimas salas a lo largo del país, espacios de lo más diversos, desde un cine antiguo recuperado por los vecinos, pasando por bibliotecas, diversos centros culturales, teatros y salas de cine tradicionales, desde La Quiaca hasta Ushuaia.
Sabemos lo difícil que es distribuir una película argentina independiente, y “Algo que pasó en Año Nuevo” llegó a estar dos meses en cartelera todos los días en el Cine Gaumont (CABA).
T: Ahora tendrá su estreno digital. ¿Por qué decidieron presentarla bajo esta modalidad? ¿Cómo seguirá su camino después?
NM: Por un lado, sabemos que la posibilidad de que la peli tenga un estreno digital le dará un acceso mayor al público y uno de nuestros objetivos principales una vez realizada era que circule y se pueda ver en cualquier parte del mundo. No queríamos que quede “cajoneada” como pasa mucho, lamentablemente, con nuestro cine nacional. Por eso también decidimos que el costo de la entrada sea mínimo. Trabajamos mucho para que tenga un acceso federal y popular. Y por otro lado, somos personas muy ansiosas que no teníamos ganas de esperar a lidiar la negociación con plataformas. No estamos cerradxs a eso porque no estamos ganando dinero con la peli y sería muy grato poder recuperar lo invertido para trabajar en un nuevo proyecto. Somos conscientes de que el dinero está en las grandes plataformas pero nos ganó nuestras ganas de compartir nuestra obra con la gente a esperar a una negociación. Quizás en un futuro pueda venir ese tipo de distribución. Estamos abiertxs a las propuestas.
T: Traen una amplia experiencia en la autogestión. ¿Qué aprendizajes trajo “Algo que pasó en Año Nuevo” en relación a la comunicación y distribución de una película?
NM: Trabajamos desde un lugar muy intuitivo con lógicas que son más parecidas a las del teatro independiente que las de la industria cinematográfica. Son las que “nos salen”, “las que tenemos a mano” después de 20 años de laburo en la gestión independiente. Por otro lado, el contacto continuo con nuestra comunidad digital nos permitió compartir el proceso creativo desde sus inicios, eso generó una apropiación del público con el proyecto. La gente se siente parte de la obra, son casi productores.
Lo positivo fue que esta cierta inconsciencia que tenemos sobre los obstáculos que tiene la industria cinematográfica, generó que apliquemos nuestras propias lógicas de distribución y eso mismo nos permitió una llegada muy amplia y heterogénea. Lo negativo es que probablemente elegimos el camino menos redituable. Pero sabíamos desde el comienzo que dedicarte al arte no es negocio. Para hacer algo así tenés que tener un amor profundo al cine, cierto grado de locura para meterte en algo que probablemente tenga más dificultades que ventajas, absoluta perseverancia, y sobre todo confianza en el equipo.
Hicimos esta película porque es el sueño colectivo de toda una vida, trabajamos en equipo con amigxs y personas que admiramos y estamos orgullosxs de lo que hicimos. Somos conscientes de que hemos cometido algunos errores pero la única forma de aprender y tomar verdadera magnitud de lo que significa es haciendo. En fin, el deseo de seguir por este camino sigue vivo.