Lo contó Juan Carlos Pallarols, el orfebre que realizó todos los bastones de mando presidencial desde 1983 en Argentina, dijo que lo llamaron de parte de Macri con una inquietud. ¿Será verdad?
Fue en diciembre de 2015. Juan Carlos Pallarols, famoso orfebre argentino, recibió un llamado telefónico en su taller de San Telmo. “Atendí y me encontré con la voz de una mujer que se presentó como futura funcionaria del nuevo gobierno. Yo nunca pude comprobar que lo fuera, pero recuero que fue directa: quería saber si Cristina Kirchner me había pedido el bastón para hacerle una macumba”.
El orfebre contó que se quedó callado y tardó en comprender lo que preguntaban del otro lado. “Le contesté que no sabía si enojarme o ofenderme y colgaron. A partir de ahí, el Gobierno tomó una conducta que no entendí porque nunca usaron ese bastón ni me dieron una explicación clara de por qué”.
Esa fue la versión del orfebre, pero nadie habló sobre ello en el Gobierno de Mauricio Macri. Ni siquiera del destino de este bastón.
Desde el retorno de la democracia en 1983, Pallarols fue el encargado de fabricar todos los bastones de mando presidenciales. Sus obras tienen prestigio internacional y son consideradas símbolos nacionales.
Pero, en 2015, algo cambió. Ese año el artesano tuvo todo listo y lo envío a Presidencia, pero Macri decidió utilizar otro realizado por Damián Tessore. “Apenas supe que todo el trabajo que había hecho había sido descartado, me sentí realmente mal. Al poco tiempo me empezó a subir la fiebre y me internaron. Tuve una pancreatitis y me salvé por poco. Perdí la vesícula y no había una enfermedad de base. ‘A usted casi lo mata la mala sangre que se hizo por todo esto del bastón’, me dijo el médico”, confió el orfebre.
Fue así como la historia reciente sumó el polémico capítulo de “la macumba” del bastón, ese ritual de origen africano que el imaginario popular argentino asocia con fuerzas oscuras.
“No sé si el presidente o la esposa fueron supersticiosos. Sé que él tenía alguien que limpiaba las energías, pero muchos presidentes lo tuvieron. No creo en eso, creo en el esfuerzo, en la inteligencia y el trabajo de cada uno”, dijo Pallarols en una entrevistas.
¡Qué nivel, mama mía! ¿Esta es la generación dirigente en cuyas temblorosas manos estamos?