“Me parece bien que las Mamás Pañuelos Amarillos se manifiesten en la ciudad”.
RIO GRANDE.- Mamás Pañuelos Amarillos continúan con la tarea de visibilizar el reclamo de justicia por sus hijos abusados. Lo representan con pañuelos de color amarillo que colocan en distintos sectores de la ciudad.
Entre los reclamos del grupo de madres que esperan justicia por sus hijos, se encuentra la queja por las demoras en la resolución de las causas. Una de las mamás de hijos abusados reveló que “en mi caso, hace 2 años y 9 meses que se inició el proceso y aún estamos esperando la fecha del juicio”.
Para poder entender la situación, El Sureño mantuvo una charla con el abogado Francisco Ibarra, quien es representante de una menor, víctima de abuso sexual. El letrado señaló que los juicios de este tipo pueden tardar entre 2 y 3 años en resolverse.
“Los juicios se están llevando adelante a pesar del aislamiento por pandemia y se hacen con todas las normas de aislamiento y de seguridad”; aunque recalcó que el desarrollo es un poco más lento.
Explicó que “la pandemia generó demoras en la tramitación de las formas en que se llevan adelante, que es propio de la situación en la que se vive” y recalcó que “no están paralizados sino que están un poco demorados”.
Otro de los aspectos que podrían entenderse como demora se relaciona con el hecho de que existe un tiempo prudencial hasta que se investigue todo.
“En el caso de un juicio de abuso podría demandar de manera normal unos dos o tres años para contar con la sentencia”. Sin embargo, dijo que lo esperable sería que se desenvuelva en un año. “A partir de la denuncia y la sentencia no debería pasar más de un año, pero todo depende de la prueba que se produzca”.
Expresó que en los juicios de abusos de menores la declaración de la víctima es sumamente importante y, en muchas oportunidades, llega a convertirse en la única prueba existente; pero “es claro que no se puede ir a juicio con esa única prueba y se debe consolidar esa prueba con otros elementos que fundamenten esa única prueba” y la tramitación genera algunas demoras.
Pañuelos Amarillos
Respecto de los Pañuelos Amarillos, el abogado Francisco Ibarra indicó que lo que haga ese movimiento está bien. “Me parece bien que se pueda visibilizar toda esta situación. Hay que tener en cuenta que las víctimas de estos delitos son personas sin voz, por lo que estas asociaciones y estos movimientos, lo que hacen es visibilizar y le ponen voz a estas personas que son menores”.
Recalcó que en la mayoría de los casos de abusos a menores “se tiene esta relación de miedo y de que la persona que los abusó tiene una superioridad hacia ellos que les da mucha impotencia y no pueden manifestarse; entonces, quien visibiliza esta situación, en la mayoría de los casos, son los propios padres de esos menores abusados o bien los familiares, las asociaciones intermedias, psicólogos que son quienes se ponen al frente de estas situaciones pero, en su gran mayoría, son los padres los que cumplen este rol”.
El profesional señaló y recalcó que le parece bien que se manifiesten las Mamás Pañuelos Amarillos, siempre que “se respete el derecho del imputado” y “que no se haga un escarnio público”.
Respecto de la presión que podría generar en un juez este tipo de manifestaciones entendió que ni este ni ningún otro movimiento debe generar presión en el juez. “Si un juez se siente presionado por los medios o por este tipo de manifestaciones, entonces ese juez no está en condiciones de cumplir el rol de juez”; por lo que “estas manifestaciones no pueden servir como herramienta de presión para decidir conforme a derecho”.