RIO GRANDE.- Mañana, entre las 14.00 y las 18.00, en los cuarteles de Bomberos Voluntarios de Barrio Perón (Perón y Libertad) Bomberos de Chacra II y Bomberos de la Margen Sur, se realizará la primera juntada 2018 de tapitas plásticas, papel y llaves de bronce, en ésta ciudad, para la Fundación Garrahan.
La campaña cuenta con la colaboración de unos 100 jóvenes voluntarios de grupo scout Orunka-Kayen, estudiantes de Escuela Privada de Educación Integral Marina (EPEIM) y exploradores del Bon Bosco junto al grupo Mujeres voluntarias y Petroleros Privados,
Se recibirá papel de diario, papel de oficina, formularios continuos; tapitas plásticas y llaves de bronce. Quedan excluidos de la colecta, el papel plastificado y las revistas.
Aporte de Gobierno
100 cajas con más de 10 Kilos de papel reciclable junto a las llaves y tapitas plásticas que fueron recolectadas en las oficinas públicas; fue la donación que la Secretaría General de Gobierno hizo a la Fundación del Hospital Garrahan.
Antes de dejar la cartera de la Secretaría General, Javier Eposto hizo entrega del material y, desde que se hizo cargo de la Secretaría de Seguridad dio indicaciones para que «todas las dependencias de esta Secretaría también van a sumarse al programa en apoyo a la Fundación Garrahan», incluidas las dependencias policiales.
El funcionario también agradeció «a los empleados públicos por el compromiso de separar el material, esta conciencia que hemos generado de reciclar para ayudar es algo muy lindo y vamos a trabajar para que en todas las áreas del Gobierno se replique».
Todo el material es enviado al Hospital Pediátrico «Juan P. Garrahan», que a través de este programa tiene por objetivo introducir en la comunidad la práctica habitual de separar, recolectar y donar los elementos reciclables, además de obtener recursos económicos para apoyar el desarrollo integral del Hospital.
Llegó el camión
Ayer llegó el camión de la empresa Oro Negro, que transportó parte del material que fue donado en la campaña que se realizó el fin de semana pasado, en la ciudad de Ushuaia. En aquella ocasión, centenares de personas cargando cajas y bolsas con tapitas de botellas, papel y llaves de bronce, se acercaron a lo largo del día y muchos realizaron varios viajes en sus vehículos y camiones para dejar en los cuarteles los materiales de descarte.