La Asociación Manekenk publicó una carta enviada al gobernador Gustavo Melella y a los legisladores en la cual solicitan que se mantenga vigente la Ley N° 1355 que prohíbe la salmonicultura en el canal Beagle y en los lagos y mares de Tierra del Fuego.
USHUAIA.- La Asociación Manekenk envió una carta al gobernador Gustavo Melella y a los legisladores solicitando que se mantenga vigente la Ley N° 1355, la cual prohíbe la salmonicultura en jaulas en el canal Beagle, así como en los lagos y mares de Tierra del Fuego.
En la carta, la asociación recuerda que “a tres años de la aprobación unánime de la ley (…) seguimos defendiendo y respaldando la prohibición del modelo insostenible de producción de salmones en jaulas en el canal Beagle, lagos y mares fueguinos”.
Además, subraya que “la acuicultura es una de las actividades alimentarias de mayor crecimiento a nivel global. No obstante, muchas de sus prácticas generan un impacto negativo en los ecosistemas marinos”.
La carta también detalla: “En América Latina, los efectos adversos de esta actividad son visibles en Chile, el segundo productor mundial de salmones y truchas de cultivo, sólo superado por Noruega”.
Según el comunicado, “la producción intensiva de salmones tiene un alto costo ambiental, agravado por el hecho de que estos peces son una especie exótica, lo que genera impactos diferentes en comparación con regiones donde las especies son nativas”.
La asociación recalca que “Tierra del Fuego ya ha experimentado los daños causados por la introducción de especies exóticas”, y advierte que “las aguas patagónicas no son el hábitat natural para estos peces”.
Entre los principales problemas ambientales asociados a esta industria, Manekenk destaca:
1. La fuga de salmones desde las jaulas de cultivo, lo que introduce especies exóticas en el entorno natural.
2. El uso excesivo de antibióticos, antiparasitarios y otras sustancias químicas.
3. La propagación de enfermedades y sus agentes causales.
4. La acumulación de residuos sólidos y líquidos en el fondo marino, provenientes de alimentos no consumidos, desechos y mortalidad de los salmones.
5. Los desechos industriales abandonados por las empresas salmoneras, como jaulas, plásticos, boyas, cabos, entre otros.
6. La sobrepesca de especies silvestres destinadas a la producción de harina y aceite de pescado para alimentar salmones.
7. Las interacciones negativas directas e indirectas con mamíferos marinos y aves, algunas de estas especies en estado de conservación vulnerable.
Finalmente, la asociación concluye que la ley en cuestión no solo beneficia a la comunidad actual, sino que también sienta las bases para un futuro próspero y sostenible.
La carta cierra con un recordatorio sobre el propósito que guió las discusiones y decisiones entre los diversos sectores fueguinos, los legisladores y el Gobierno provincial durante la elaboración de la Ley Provincial 1355. Según Manekenk, este proceso fue un ejemplo de participación democrática en el que el pueblo, junto con sus representantes, decidió el camino a seguir.