BUENOS AIRES (NA).- El Obispado de San Carlos de Bariloche le pidió ayer al Gobierno «que instaure canales de diálogo para resolver cuestiones relativas a los reclamos de los pueblos originarios», tras advertir que «ignorarlos durante décadas puede esconder sutilmente algún tipo de violencia institucional».
«Ningún tipo de violencia, ni en los reclamos ni en la respuesta a los mismos, es nunca ni lo será una solución, sino un agravamiento de los conflictos existentes», manifestó en un comunicado.
La entidad religiosa dijo que lamentaba «profundamente» el fallecimiento del muchacho de 22 años que pertenecía a la comunidad Lafken Wincul, en la provincia de Río Negro, y manifestó su solidaridad con los familiares.
«Lamentamos profundamente la muerte de Rafael Nahuel, por lo que sabemos hasta ahora, fruto del accionar de las Fuerzas Federales en un operativo ordenado y supervisado por el Juzgado Federal de Bariloche. Queremos solidarizarnos con el dolor de sus familiares. Lamentamos también los heridos de bala en esos enfrentamientos», indicó el comunicado.
En este sentido, el Obispado local sostuvo que «la primera víctima de la violencia es la paz y la concordia entre las personas» y aseguró que «en este caso concreto» lo que se ve perjudicado es «el sagrado derecho a la vida y a la integridad».
«Creemos en el diálogo, como constructor de puentes, que acerca posiciones, permite el mutuo conocimiento y la comprensión de las diversas posturas», señaló y advirtió que «desoír o ignorar durante décadas reclamos, puede esconder sutilmente algún tipo de violencia institucional».
«Hacemos un llamado a las autoridades para que instauren canales de diálogo para resolver cuestiones relativas a los reclamos de los pueblos originarios», precisaron en el texto.