Mariano Coto, el judoca que continúa con la dinastía dorada

RIO GRANDE.- Ya pasaron varias semanas del logro conseguido por el judoca riograndense Mariano Coto, quien logró la medalla de oro en los Juegos de la Araucanía por segundo año consecutivo y se metió en la historia grande del deporte fueguino, y por esta importante conquista el joven atleta compartió sus sensaciones vividas en este importante certamen binacional.

Luego de su obra inicial conseguida en tierra chilenas en 2016, el joven judoca fueguino (nació en Río Grande el 1º de septiembre de 2000) se presentó en Comodoro Rivadavia como uno de los serios candidatos a pelear por el título ya que su presente en la Selección Argentina y sus participaciones en competencias internacionales de mayor roce le daban una “chapa” importante.

Más allá de todo, el rubio judoca no “se la creyó” nunca, mantuvo la humildad desde su llegada a Comodoro cuando se unió al equipo proveniente de Buenos Aires, en donde actualmente vive y entrena en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ceNARD) con los mejores deportistas del país, y así vivió una semana intensa defendiendo los colores de la provincia hasta subirse a lo más alto del podio y conseguir el objetivo que perseguía.

“La verdad que estoy muy contento porque esto es fruto de un trabajo muy duro que he venido haciendo durante todo este año, y el hecho de haber conseguido esta medalla me da la pauta de que todo lo que estuve haciendo es un muy buen trabajo y que hay que seguir por este camino” comenzó la charla Mariano.

“La Araucanía es un torneo muy importante que tenemos los judocas del sur, y yo apuntaba a eso, a poder repetir lo del año pasado y por suerte se me dio y pudimos conseguir el objetivo que veníamos persiguiendo” sentenció Coto.

Con respecto a su visión del torneo, el doble medallista de oro contó: “Creo que fue un torneo de muy alto nivel, los competidores están todos en un nivel muy fuerte, sabemos que todos están entrenados muy bien, además los chicos de Chile también están levantando mucho su nivel, y bueno, las luchas que me tocaron a mí ninguna fue muy fácil, pero por suerte pude pasar la primera ronda sin perder ninguna lucha. Creo que la semifinal y la final fueron las más difíciles pero por suerte no tuve nervios, estaba muy concentrado, y además sentía el apoyo de mis compañeros y de la gente que estaba con nosotros que nos daban tranquilidad y solo estábamos enfocado en las luchas”.

 

 

La gran final

En lo que tiene que ver con la definición del certamen y la lucha final Mariano contó algunos detalles íntimos que muchos no conocían. “La final fue una lucha muy especial. Me tocó luchar con Juan Ignacio Paniccia de Río Negro. Él es un gran amigo que estuvimos todo el año juntos entrenando en el CeNARD, lo conocí hace varios años atrás en los torneos de Araucanía y EPADE pasados, después el año pasado tuvimos un viaje juntos con la selección Argentina a Brasil, también fuimos juntos a Japón a mediados de año y la verdad es que compartimos muchas cosas juntos todos los días y forjamos una linda amistad. Pero bueno, yo sabía que si me pasaba de categoría iba a tener que empezar a luchar con él, que es un rival muy difícil, y los dos sabíamos que en Araucanía iba a existir la posibilidad de enfrentarnos y quizás en una final, así que es como que lo habíamos hablado”.

Y además agregó: “La verdad que fue una lucha muy difícil, porque los dos nos conocemos mucho, entrenamos todos los días juntos, entonces yo sé lo que hace él y él sabe lo que hago yo, pero ahí es cuando entra el factor sorpresa del judo que nunca se sabe lo que puede suceder, cualquier cosa puede pasar y hay que estar atento a ello”.

Por último en cuanto a la definición de la lucha, la cual lo llevó al joven judoca fueguino a conseguir la medalla, el propio Mariano contó: “Es una toma que es una transición del pie, que se llama “Juji Gatame” (palanca al brazo) en Judo al suelo. Estando parado, logré meter esa palanca al codo y por suerte con eso pude definir la lucha”, generando la rendición del rival, el triunfo y la medalla de oro para este luchador que tiene mucho talento y un gran futuro por delante.

 

 

Lo que se viene y su calendario

Otro de los puntos que tocó el brillante judoca fue sobre lo que será su próxima participación y la “obligación” de demostrar todo lo conseguido pero más cerca de casa, en los Juegos de la Araucanía 2018 en Magallanes (Punta Arenas), Coto comentó: “La verdad que tengo en la cabeza lo que van a ser estos Juegos de la Araucanía del año que viene y tengo muchas ganas de que sean ya, de estar con mi gente, mi familia y que me acompañen y me vayan a ver luchar; creo que va a ser un muy lindo torneo y espero estar a la altura de las circunstancias en ese momento y dejar a mi provincia lo más alto, y tratar de hacer el mejor papel posible”.

Asimismo Mariano reveló su calendario y como vienen el próximo año desde lo deportivo y remarcó: “Mi calendario, se viene con mucha actividad. En diciembre me voy a ir unos días a Río Grande para poder estar con mi familia y descansar porque ya en enero empiezo a entrenar ya que en febrero empiezan unos campus de entrenamiento que son para las selecciones cadetes, juveniles y seniors, que son muy importantes porque en esos campus se hacen topes y se van sacando a los número 1 y 2 de cada categoría para ya ir perfilándose para torneos Sudamericanos y Panamericanos. Así que la pretemporada este 2018 se viene bastante dura, yo pensaba empezar un poco más tarde en Río Grande pero ahora se vinieron las citaciones de la Selección y hay que cumplir con ello ya en los primeros días de enero”.

 

 

Sus comienzos

“Empecé judo desde muy chico, cuando mi papá entrenaba en la parte física al que hoy en día es mi entrenador Diego Costilla, yo ahí era muy chiquito, tenía 5 o 6 años y ahí me fui metiendo en la disciplina. En 2006 tuve mi primer torneo en el Centro Deportivo. A partir de ahí me fui metiendo, y la competencia me fui enganchando cada vez más, sin embargo después tuve un parate, porque yo también jugaba al rugby y dejé hasta los 13 años, más o menos, y después volví a entrenar con Diego (Costilla) y Maxi (Cavia) en el Centro Deportivo, y el hecho de que esté mi viejo en el CRD también me ayudó un poco porque me empezó a gustar el tema de la competencia y el entrenar duro. Además tenía mucha motivación extra porque mi hermano mayor es deportista de alto rendimiento (Luciano juega el voley en Primera División del club Ciudad de Buenos Aires) y yo siempre lo vi como un ejemplo, así que todas esas cosas me fueron motivando para seguir entrenando cada vez más y tratar de llegar lo más alto con el judo”.

“El año pasado tomé una difícil decisión que fue la de irme a entrenar y vivir en Buenos Aires. Yo ya entrenaba en Río Grande doble turno todos los días, y fue entonces que me decidí a salir de mi ciudad para llegar a Buenos Aires y tener una vida de atleta de alto rendimiento”.

 

 

Un día de Mariano Coto

En lo que tiene que ver con el día a día de Mariano Coto, el judoca contó: “Los lunes, miércoles y viernes arranco el día a las 8 de la mañana, me voy en bicicleta al gimnasio del CeNARD y a las 9 empieza el entrenamiento donde tenemos en nuestro grupo un preparador físico de la Selección, después tenemos una hora y media de gimnasio, de ahí salimos y tenemos una clase bien técnica de judo, que ahí vamos los del grupo que van al Colegio Secundario, porque yo también estoy estudiando en el Colegio del CeNARD, me queda el último año. Esa clase técnica es brindada por un entrenador japonés que la verdad, siento que me ayudó mucho y cambió mucho mi judo, y después vamos almorzar en el propio CeNARD, y luego voy al colegio de 13:00 a 18:00 en el mismo CeNARD. Después del colegio, me queda una horita para descansar y ya tipo 19:00 o 19:30 arranca la clase de luchas, que es cuando entrenamos con la Selección mayor y ahí es mas de luchas y son entrenamientos bastante fuertes. Y ahí me encuentro con todos los “cracks” del judo, entre ellos la Peque Pareto.

Y agregó: “Y los martes y jueves no descanso. Tenemos lo mismo, a la mañana judo con el profe japonés y gimnasio, pero también a la tarde tenemos actividad con una clase mucho más técnica, no tenemos tanta lucha y serían los días más tranquilos, pero igual tenemos tres estímulos diarios que creo que es muy bueno”.

“Y los sábados tenemos entrenamiento con el japonés otra vez, o a veces ahora que empezó el verano tenemos los torneos bonaerenses o metropolitanos que vamos invitados y aprovechamos para movernos ahí, y los domingos sí descansamos, aprovechamos para relajar el cuerpo, dormir un poco y también para jugar un poco a la play”.

Por su parte también explicó que acude al colegio en el propio CeNARD. “En los estudios voy bien, por suerte ya terminando el año y por suerte sin materias. La verdad que en el Cole, como somos todos deportistas, los profes tienen contemplación por las faltas por viajes a los torneos, pero es una escuela como cualquier otra y hay que estudiar y dedicarle su tiempo.