Mediante un comunicado de prensa que lleva la firma de Rubén Maldonado, la Comunidad Indígena Rafaela Ishton salió en defensa de sus integrantes ante acusaciones que los responsabilizan por la muerte de un caballo con arma de fuego, ocurrida este fin de semana en un predio privado ubicado a orillas del lago Fagnano, denominado Estancia La Marita.
TOLHUIN.- La propietaria del equino, acusó a “miembros de la comunidad” por el hecho, sin identificarlos, argumentando una supuesta venganza, por lo cual la Comunidad Indígena dio su versión, destacando que “el maltrato animal se opone a la cosmovisión de nuestro pueblo” “por lo que negamos estas acusaciones y exigimos que la Justicia investigue a fondo para que esta situación se aclare debidamente”.
El comunicado aclara que el hecho ocurrió lejos del territorio comunitario y sostiene que “estas denuncias, al igual que la creación de perfiles falsos en las redes sociales en los que se publican mensajes de odio, pretenden instalar en la sociedad, la imagen de una comunidad indígena salvaje, violenta, que usa armas de fuego y que mata animales por venganza o diversión. Ello, con la intención de desacreditar a nuestra comunidad, como cuando intentaron instalar que la misma se encuentra acéfala”.
“Por el contrario, nuestra comunidad a pesar de las carencias y dificultades que padece, no ha dejado de usar los recursos institucionales para defender el derecho al trabajo de todos sus miembros; proteger el territorio comunitario, los recursos naturales y los derechos de la naturaleza que se encuentran dentro de él; como así tampoco ha dejado de reclamar ante las autoridades nacionales, provinciales y municipales, el derecho de todos los integrantes de la comunidad a opinar y decidir sobre todo aquello que nos afecte en forma directa”, recordaron.
Por último lamentaron que “como hace 140 años, cuando comenzó el genocidio contra nuestro pueblo indígena, hoy sigue habiendo sectores económicos y políticos interesados en despojarnos de nuestras tierras y nuestros derechos. Y más lamentable aún, hay personas que, desde adentro, son serviles a estos intereses, pensando en su propio beneficio y olvidando el bien común”.