Un clima de tensión se vivió dentro y fuera del edificio del Congreso, blindado con un gigantesco operativo de seguridad dispuesto para frenar a los manifestantes convocados en las inmediaciones para protestar contra la reforma que -según denunciaban- recortaría los ingresos de los jubilados y beneficiarios de la AUH.
BUENOS AIRES (NA).- La sesión especial para debatir la reforma previsional en la Cámara de Diputados fue levantada ayer en medio de un escandaloso marco, que incluyó serios incidentes en las afueras del Congreso, y gritos, empujones e insultos dentro del recinto.
Al poner en duda la cantidad de diputados con los que el oficialismo alcanzó el quórum y criticar que el tiempo reglamentario de demora respecto de la hora de convocatoria se había excedido, los legisladores de la oposición reclamaron la suspensión del debate apenas comenzado.
Inclusive se produjeron momentos de extrema tensión cuando varios diputados del Frente para la Victoria se le acercaron al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, cuando éste insistía en dar luz verde a la sesión en un contexto de «violencia institucional» puertas para afuera del Palacio Legislativo.
En un arrebato de furia, el diputado Leopoldo Moreau le gritó «pelotudo» a Monzó, y éste amagó con responderle con golpes de puño, pero fue contenido por sus secretarios para evitar que la situación pasara a mayores.
Minutos después, el jefe de bloque del PRO, Nicolás Massot, caldeó aún más los ánimos al señalar, con la voz en alto, que «los gritos y patoterismo no son democráticos», y pidió a la oposición que ocupe sus bancas para dar el debate.
Al dirigirse a Monzó, la jefa del bloque del Frente Renovador- UNA, Graciela Camaño señaló: «Presidente, no siga pasando vergüenza, no tiene quórum, en el reglamento no va a encontrar nada».
En medio del escandaloso escenario que tomaba temperatura a cada minuto que pasaba, la líder de la Coalición Cívica y diputada oficialista, Elisa Carrió, pidió levantar la sesión especial al considerar que no estaban dadas las condiciones para proseguir.
«Lo peor que puede hacer una cámara de Diputados es sesionar en este ambiente de violencia que no ha sido generado por el interbloque de Cambiemos», dijo Carrió.
Los incidentes en la calle
Un grupo de diputados del FPV-PJ forcejeó con efectivos de Gendarmería y dos de ellos recibieron golpes y gases lacrimógenos, mientras que el macrista Nicolás Massot y el kirchnerista Daniel Filmus discutieron en la puerta de la Cámara baja, antes de la sesión.
Los incidentes tuvieron lugar sobre la avenida Rivadavia entre Callao y Riobamba, donde se encuentra la puerta de entrada a la Cámara de Diputados y donde hubo una fuerte presencia de Gendarmería, que se desplegó por todas las calles de acceso al Congreso de la Nación.
En ese contexto, un grupo de diputados del bloque FPV-PJ forcejeó con los gendarmes que, según denunciaron los legisladores en ese momento, les impedían ingresar a la Cámara baja para participar de la sesión en la que se trataría la reforma previsional, finalmente suspendida.
Entre los diputados se los pudo ver a Máximo Kirchner, Axel Kicillof, Fernando Espinoza, Santiago Igon, Andrés Larroque, Adrián Grana, Juan Cabandié, Mayra Mendoza y Matías Rodríguez y varios de ellos denunciaron agresiones por parte de los efectivos de Gendarmería.
El diputado Rodríguez tuvo que ser trasladado en una ambulancia debido a un golpe en la cabeza que recibió de un gendarme y que lo dejó inconsciente por algunos minutos, mientras que a Mendoza le arrojaron gas pimienta a pocos centímetros de la cara.
«Un grupo de diputados nos pusimos adelante de Gendarmería, les pedimos por favor que no sigan avanzando, ellos dijeron que tenían instrucciones de avanzar y eso significaba lastimar a la gente. Un grupo nos empezó a golpear», afirmó Rodríguez posteriormente.
Al respecto, agregó: «Es una locura, cuando pedíamos hablar con la autoridad que estaba dando instrucciones no respondían, decían que eran órdenes directas del Ejecutivo, que teníamos que hablar en otro lado».
Según relataron los voceros del bloque FPV-PJ, el jefe de la bancada, Agustín Rossi, junto a Leopoldo Moreau y otros legisladores bajaron a la calle para ir a buscar a Mendoza y Rodríguez, que habían quedado del otro lado del vallado.
En ese contexto se produjo el forcejeo con los gendarmes, que tiraron gas pimienta, y parte de ese rocío afectó al jefe del bloque kirchnerista, confirmaron a NA en su entorno.
Uno de los voceros del bloque PJ-FPV publicó en la red social Twitter una lista más extensa de los diputados heridos por el avance de la Gendarmería, en la cual incluyó a Juan Manuel Huss, que tendría una fisura de costilla, y a Darío Martínez, quien habría sufrido politraumatismos.
El responsable de la comunicación del bloque kirchnerista también señaló que Leopoldo Moreau fue «golpeado y pateado en el piso».
Con los periodistas
Además, hubo momentos de mucha tensión entre periodistas acreditados en la Cámara de Diputados y personal de seguridad en uno de los palcos asignados a la prensa.
Según constató NA, inmediatamente después de que se levantara la sesión efectivos de seguridad le exigieron a una periodista que abandonara el palco, a pesar de que todavía había un grupo de diputados (entre ellos la massista Graciela Camaño) en el recinto, manteniendo una reunión.
La periodista explicó que tenía que quedarse porque todavía había legisladores reunidos en el recinto y discutiendo, pero el personal de seguridad insistió, ante lo cual otro trabajador de prensa se acercó para defender a su colega.
Hubo un intercambio de palabras y cuando se retiraban los periodistas uno de los efectivos de seguridad le dio un cabezazo al joven que se había acercado previamente a interceder en favor de su colega.