El gobernador Gustavo Melella destacó la gestión del Gobierno nacional en pos de revitalizar la “Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur” (ZPCAS), instituida por la resolución 41/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 27 de octubre de 1986.
USHUAIA.- Mediante la creación de la ZPCAS se exhorta a todos los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la Región del Atlántico Sur como Zona de Paz y Cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en la región y la no introducción de armas nucleares o de otras armas de destrucción masiva.
Melella expresó que “desde siempre hemos bregado, y ha sido un principio rector de nuestra gestión, el cumplimiento y el respeto del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación haciendo valer el derecho de todos los habitantes de la Provincia de vivir en una zona de paz”.
El Gobernador recordó que “hemos condenado la anacrónica posición militarista y colonial del Reino Unido que demuestra cabalmente su intransigencia y su desprecio por las normas del derecho internacional y hace oídos sordos al llamado de la comunidad internacional en su conjunto para poner fin a la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes”.
Más adelante subrayó que “destacamos la cooperación y el trabajo conjunto con los gobiernos de Brasil y de Uruguay -aliados históricos en la defensa de nuestros derechos soberanos- en una clara demostración de que la presencia militar británica, sin motivo alguno más que el de mantener los últimos vestigios de un imperio decadente, es una preocupación para todos los países de la región”.
Melella dijo que “para el pueblo argentino en general y para los fueguinos y fueguinas en particular, no existe otro camino que el de la diplomacia y la paz, evidenciado en nuestra permanente y reiterada disposición a reanudar con espíritu constructivo el proceso negociador bilateral con el Reino Unido, tal como lo reclama la comunidad internacional, para hallar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía y poner fin, de una vez por todas, al flagelo del colonialismo del que somos víctimas en pleno siglo XXI”.