La senadora chilena Isabel Allende, hija del derrocado expresidente Salvador Allende, dijo hoy en el acto por los 50 años del golpe de Estado que terminó con su padre muerto impulsado por el dictador Augusto Pinochet, que “memoria es democracia y futuro”.
TELAM.- “A 50 años del golpe he tratado de hacer un relato. Créanme, no ha sido fácil, más bien ha sido triste y doloroso”, comenzó diciendo en el acto en el que compartió la palabra con el presidente Gabriel Boric y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
“La memoria es un primer paso para llegar a la verdad, pero necesitamos mucho más para alcanzar la justicia y reparación y asegurar la no repetición de los hechos de ese día. Por eso suscribo el lema memoria es democracia y futuro”, enfatizó en su emotivo mensaje, aclamado por el público que se dio cita en la Plaza de la Constitución, frente a La Moneda, donde están emplazadas estatuas de expresidentes, entre ellas la de Salvador Allende.
“Mi padre tuvo una larga trayectoria, de un liderazgo muy especial, forjó un camino pensando en las mayorías del país, los números dan fe de las injusticias que hacían tan necesarios esos cambios, donde en esos años el 60% de las familias apenas percibía un 17% de los ingresos del país, mientras que el 2% controlaba más del 46% del ingreso nacional”, enumeró.
Agregó: “Hoy la solidaridad y corresponsabilidad internacional necesitan nuevamente un camino de paz y comparación entre los países, refrendado por todos los sectores políticos y civiles y donde Chile debiera ser un activo partícipe, redistribuyendo y cooperando a la construcción de un mundo más justo que se haga cargo de los problemas que nos afectan a todos”.
“Se ha intentado invertir las responsabilidades de la tragedia que vivimos en los últimos 17 años, lo más oscuros de nuestra historia, de manera insólita se busca tergiversar los hechos y culpar a la Unidad Popular y el presidente Allende del golpe de Estado. Los verdaderos responsables son quienes quebraron la institucionalidad, bombardearon este palacio (La Moneda) y asesinaron a miles de chilenos”, dijo, por último, ante las aclamaciones del público.
El 11 de septiembre de 1973 las fuerzas armadas, lideradas por Pinochet, atacaron el palacio de La Moneda para derrocar al presidente Allende, quien antes de entregarse a los golpistas se disparó con un rifle y murió en el acto.