Mercantil resignó su largo invicto

Un cuarteto de encuentros parejos, diferentes y muy atractivos brillaron en la 40×20 del “Gigante del Sur”. HAF tuvo que trabajar mucho por los tres puntos y el dueño de casa cortó en seco el invicto de Mercantil en un duelo plagado de polémicas sobre el final.

USHUAIA.- El domingo por la tarde dieron apertura de la Primera masculino Arturo Pratt y Andes. El choque, que tenía tenor de “clave” pensando en la tabla de abajo, tuvo en cancha dos intérpretes bien distintos. El vértigo y la transición que suele proponer Pratt y el “muro” amarillo de la defensa zonal que tan bien viene trabajando el “vidriero” . Fue victoria de estos últimos 5-2, comandados por Lucas Ceballos que, además de ordenar ese cerrojo defensivo, activo siempre los contragolpes aprovechando al máximo los errores de los de la colectividad y cosechando sus tres primeras unidades en el certamen.

Saber sufrir

Uno de los duelos más lindos del domingo lo protagonizaron HAF y AATEDYC. Los de Montiel que venían de caer en la segunda y de estar en deuda desde el juego, enfrentaron al conjunto liderado por Max y Nico Quinteros. Fue victoria del rojinegro por 9-4 pero no si antes haber sufrido durante buena parte del choque. Es que los de azul con un juego físico, vertical e intenso  complicaron más de una vez a los de Montiel, que pese a haber mejorado mucho con la bola se encontraban en aprietos a causa de errores propios. Finalmente, la tranquilidad y el recambio, más la figura de Agustín “Pity” Oliva doblegaron a los dirigidos por Cornejo, que llegaron sin aire al tramo final del match y pagaron caro ese déficit.

Toro en su rodeo

El actual Bicampeón doméstico y el dueño de casa saltaron a la pista pasadas las 20:30, hablamos claro, de Mercantil y Camioneros que escribieron una noche llena de polémicas.

En un primer tiempo olvidable por lo mal jugado, ambos equipos tuvieron su mayor brillo en la etapa complementaria. El local de la mano Nicoliello y los del CECU con un intratable Ivan Godoy intentaron una y otra vez llegar al gol. Pero recién a falta de dos minutos Nelson González abrió (o pareció ser así) el marcador con un remate que no subió al tablero ya que no se sabe donde pegó, si adentro o en el poste.

Cómo si eso fuera poco, dos jugadas después, el propio Nicollielo tomó la bocha en el área y definió para delirio de los locales. Y si usted lector, cree que ahí terminaba, está equivocado. Mercantil en cuestión de 20 segundos llegó a la igual de la mano de Quevedo y pedido mediante de todo Camioneros por una infracción en la definición; 1-1 hasta ahí.

Las pulsaciones ya estaban por las nubes, pero más aún cuando dentro de área Nelson González en su intento por despejar toca “involuntariamente” con su mano la bola. Penal para Camioneros que ejecutó el propio “Luchi” y que clavo en el ángulo, no sin dejarnos, claro, la última polémica de la noche. El disparo de Nicollielo atravesó un hueco en la red y desató el reclamo del todos los dirigidos por Guapura, jurando que esa bola nunca había entrado.

Así, con idas y vueltas, técnicos dentro de la cancha, tumultos y más, Camioneros estiraba la ventaja, que aún sería mayor segundos después con el tanto de Bueno para sumar 9/9, ser líder del apertura y desplomar el invicto de diecinueve partidos que ostentaba Mercantil.

Recobró la memoria

El último encuentro de un domingo agitado, tenía en cancha a dos que no habían sumado ni un punto en la tabla. Comercio y Ateneo se medían en un duelo de necesitados. Los de Ralinqueo manejaron otra vez los hilos, pero una nueva falla los ponía abajo en el score y la duda se hacía sombra en la pista. Pese a esto y desde los pies de Seveca y Sánchez, Comercio se mantuvo paciente y tratando bien a la caprichosa, tal fue así que pocos minutos después supo dar vuelta el marcador, para llevarse un 7-2 final que les devuelve la sonrisa a los comerciantes y por lo contrario, hunde a los de Aranda en el fondo de la tabla.

El Apertura local ya va despegando y se avizoran jornadas a pura orquesta y a puro show en este deporte que tanto amamos.

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