Los candidatos presidenciales de México cerraron sus campañas de cara a las elecciones generales del domingo, en las que la abanderada oficialista, Claudia Sheinbaum, lidera las preferencias para convertirse en la primera mujer en gobernar el país, según sondeos.
CIUDAD DE MEXICO (Reuters /NA).- La segunda mayor economía de América Latina celebrará los comicios más grandes de su historia, con más de 20.000 cargos en disputa, para renovar ambas cámaras del congreso nacional, la jefatura de gobierno de Ciudad de México, ocho gubernaturas, congresos locales y otros miles de cargos más.
Casi 100 millones de personas están habilitadas para votar, informó la agencia de noticias Reuters.
Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México, cerró su campaña en la emblemática plaza capitalina Zócalo la tarde del miércoles, acto que sirvió también a la candidata oficialista a la alcaldía capitalina, Clara Brugada, quien se juega la conducción de un bastión de la izquierda desde hace 27 años, cuando se empezó a elegir por el voto al jefe de la urbe.
Científica de 61 años, Sheinbaum sostiene que, de ganar, habrá “continuidad con cambio” y mencionó ajustes a algunos temas clave como en el uso de energías renovables, seguridad y corrupción, aunque evitó exhibir diferencias con su mentor político, el presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO.
“En 2018 el pueblo decidió cambiar el rumbo de nuestra historia para iniciar, de manera pacífica, la cuarta transformación de la República”, afirmó Sheinbaum ante sus seguidores en referencia al año en que AMLO asumió como presidente.
Por su parte, la abanderada de una coalición opositora, Xóchitl Gálvez, cerró en el estado norteño Nuevo León, luego de liderar hace unos días una masiva concentración en la capital. Gálvez figura hasta 20 puntos porcentuales por detrás de Sheinbaum en la mayoría de las encuestas.
“Ya basta de tantas mentiras. Dicen que México está mejor que nunca y no es cierto. No hay medicamentos, no hay atención médica, el dinero no les alcanza, la inseguridad está peor que nunca”, exclamó Gálvez en el Estado de México, la entidad más poblada del país y contigua a la capital.
La opositora aseguró ante sus partidarios: “México ya no aguanta más. Ya no aguanta más mentiras, ya no aguanta más homicidios. México quiere paz y tranquilidad”.
AMLO calificó las votaciones como un referendo sobre su proyecto, que buscó dar atención a los más pobres del país de 130 millones de habitantes con programas sociales que le ayudaron a cimentar su enorme popularidad.
Sin embargo, persisten otros problemas que ambas candidatas prometieron atender de ganar el domingo, como el magro crecimiento económico, cambio de matriz energética, una crisis de desaparecidos, extorsiones, aumento del robo en carreteras y elevados porcentajes de impunidad que podrían ponerle un freno al fenómeno de relocalización de empresas estadounidenses.