Según sostuvo, la reforma implicará una reducción en la presión tributaria nacional de 1,5 puntos del PBI en cinco años, mientras consideró que al bajar la evasión y crecer la economía, la reforma le costará al Tesoro nacional sólo el 0,3% del Producto.
BUENOS AIRES (NA).- El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó un amplio proyecto de reforma tributaria, que de aprobarse implicará gravar la renta financiera, eliminar el impuesto al cheque y la transferencia de inmuebles, bajar alícuotas a productos electrónicos y vehículos de gama media e incrementarlas a bebidas alcohólicas y azucaradas.
El ministro brindó los detalles del plan anunciado el día anterior por el presidente Mauricio Macri al hablar en el Centro Cultural Kirchner ante empresarios, sindicalistas y referentes políticos.
Allí, el jefe de Estado adelantó la pretensión del Gobierno de implementar profundos cambios en diversas áreas como tributaria, previsional, laboral y política.
En una conferencia de prensa en el microcine del Palacio de Hacienda, Dujovne sostuvo: «Tenemos que mejorar los impuestos que cobramos» y propuso así «un sistema que sea más amigable con los contribuyentes, más equitativo y más igualitario».
«Además de enfocarnos en el gasto, tenemos que hacerlo en los impuestos», consideró el funcionario, quien evaluó que la Argentina necesita «un camino gradual de cinco años para la reducción de impuestos».
Según el proyecto, la alícuota del impuesto interno a los vinos y sidras subirá de 0 a 10%; el de cervezas de 8 al 17% y el de champañas de 0 a 17%.
«Modificaremos alícuotas de impuestos internos, especialmente en productos electrónicos que bajarán al cero por ciento», señaló e indicó que habrá un «salto adicional para que los precios sean más parecidos a los de otros países del mundo».
Al respecto, los celulares, televisores y monitores tienen una alícuota de 17% y, si prospera en el Congreso la iniciativa oficial, sería eliminada. El funcionario sostuvo que «es vital que sigamos acercándonos a los precios internacionales».
Anunció que bajarán las alícuotas de automotores y motos de gama media de diez a cero por ciento y subrayó: «Vamos a subir de 10 a 20 por ciento las de aeronaves de gama alta».
«La reforma es de implementación gradual», aseguró el ministro, quien también resaltó que «gravará segundas viviendas o compradas con fines de lucro».
El proyecto implica un régimen de devolución acelerada de saldos de IVA para inversiones de largo plazo que «subsane la distorsión que actualmente genera el impuesto».
En su iniciativa, Dujovne propuso «gravar la mayor parte de las rentas financieras actualmente exentas, con tasas del 15% para las colocaciones en UVA/CER/moneda extranjera y 5% para las colocaciones en pesos, con un mínimo no imponible para preservar a los pequeños ahorristas».
Otra de las propuestas es la eliminación del impuesto a la transferencia de inmuebles e introducción de un gravamen a la ganancia de capital realizada con la venta de inmuebles no destinados a casa-habitación.
«Esta modificación reducirá los costos de acceso a la vivienda y fomentará la formalización de la actividad inmobiliaria», sostuvo la cartera.
Al referirse al denominados «impuesto al cheque», el Ministerio analizó que «los impuestos en cascada, como los créditos y débitos bancarios (ICDB) son una fuente de distorsiones del sistema impositivo».
«Ningún otro país del mundo recauda, como Argentina, 6 puntos del PBI, en esta clase de tributos. Proponemos aumentar gradualmente hasta 100% el porcentaje del ICDB que pueda pagarse a cuenta de ganancias», apuntó.
PUNTOS PRINCIPALES
Los siguientes son los puntos principales de las reformas impositivas anunciadas por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
-Impuesto a las Ganancias.
Se reduce gradualmente del 35% al 25% la alícuota del impuesto a las Ganancias para utilidades no distribuidas de las empresas. Bajará al 30% en el 2019 y 2020, mientras que llegará al 25% en 2021.
-Impuesto al valor agregado (IVA) .
Se devuelve el crédito fiscal del IVA a las empresas que hayan realizado inversiones y no la hayan recuperado en un plazo máximo de seis meses.
-Contribuciones Patronales.
Se establece la implementación gradual en cinco años de un Mínimo no Imponible para Contribuciones Patronales, con el cual los primeros $12.000 de remuneración bruta no pagarían esas contribuciones con el fin de incrementar la demanda de trabajo.
-Impuesto a los créditos y débitos bancario.
Propone aumentar gradualmente hasta 100% el porcentaje del impuesto que pueda pagarse a cuenta de ganancias, además de trabajar en acuerdos con las provincias para que reducir gradualmente las alícuotas de los impuestos a los ingresos brutos y a los sellos.
-Impuesto a la Renta Financiera.
Se aplica una alícuota del 15% sobre ganancias de títulos en moneda extranjera o indexados. Para no gravar la renta nominal, la alícuota será del 5% para rendimientos provenientes de instrumentos de renta fija en pesos sin cláusula de ajuste.
-Inmuebles.
Se elimina el impuesto a la Transferencia de inmuebles.
Se aplica una alícuota del 15% a la venta de la segunda vivienda sobre la diferencia con el precio de compra.
-Impuestos Internos.
Se eliminan los impuestos internos a la venta de celulares, televisores, monitores y artículos eléctricos en general, a los autos de gama media que cuesten entre 380 y 800 mil pesos y a las motos de gama medida que cuesten entre 70 mil y 140 mil pesos.
Se aumentan al 20% la alícuota de impuestos internos a la comercialización de aeronaves y embarcaciones a partir de un precio de 430 mil pesos y motos desde los 140 mil pesos.
-Impuestos internos a bebidas y cigarrillos.
Se elevan la alícuotas por venta de bebidas alcohólicas (Whisky, coñac, otras blancas) al 29%; de cervezas al 17%, de espumosos y champaña al 17%; de vinos y sidras al 10%; gaseosas azucaradas y bebidas sin alcohol al 17%, mientras en cigarrillos habrá un efecto «total neutro».
-Combustibles.
Los impuestos a los combustibles se simplificarán. Pasarán a ser dos montos de suma fija. Cuando varíe el tipo de cambio real o el precio del petróleo, la nueva estructura del impuesto funcionará como amortiguador y el precio de los combustibles variará menos que bajo la estructura actual.
Se respetarán los pagos a cuenta, reducciones por zona geográfica, exenciones y asignaciones específicas de recursos actuales.
Se propone modificar el impuesto para que dependa de la cantidad de dióxido de carbono emitido. En principio, afectará a combustibles líquidos y de 2020 en adelante se aplicará también sobre gas natural, GLP y carbón.