RIO GRANDE.- La necesidad de premura en la respuesta policial le jugó una mala pasada a un móvil de la comisaría Tercera que terminó siniestrado contra una vivienda de calle Liniers.
El móvil, un Ford Focus, asistía ayer por la madrugada a un robo que se registró en un domicilio de calle Garibaldi al 3200, el cual se consumó finalmente a causa de que los efectivos no lograron llegar al sufrir un accidente.
El estado resbaladizo de la calzada y un reductor de velocidad emplazado sobre calle Liniers al 500 hicieron que el móvil de la comisaría Tercera se saliera de la calzada e impactara contra el frente de la vivienda bajo la numeración 528.
A causa del siniestro debieron ser trasladados al hospital los dos ocupantes del rodado, su chofer, agente Gareca y el acompañante, ayudante Valenzuela.
Finalmente en el nosocomio se constató que el agente Gareca, quien se encontraba al volante de la unidad, sufrió fisuras en una de sus costillas.