La mujer de 69 años de edad fue encontrada penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo y los jueces aplicaron el máximo de la pena. El abogado defensor, Raúl Paderne, consideró que los jueces cometieron un “error grosero”.
USHUAIA.- El Tribunal de Juicio en lo Criminal de Ushuaia, condenó ayer a María Mercedes Soto Maldonado (69) a la pena de prisión perpetua, al considerarla autora material y penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el vínculo. La mujer fue juzgada por haber estrangulado con una soga a su esposo que se encontraba afectado por una parálisis corporal en la mitad izquierda de su cuerpo.
Los jueces Maximiliano García Arpón, Alejandro Pagano Zavalía y Rodolfo Bembihy Videla, dieron lectura del veredicto durante el mediodía, en momentos que se dio a conocer el fallo condenatorio. La mujer rompió en gritos y llantos pidiendo clemencia ni bien los jueces se prestaban a abandonar la sala tras aplicar la pena de prisión perpetua.
Los jueces, además, dispusieron la comunicación de la sentencia al Registro de Juicios Universales de la provincia a efectos que, de iniciarse la sucesión del occiso, el juez competente tome conocimiento a los fines que corresponda.
Soto Maldonado fue condenada por la imputación de homicidio agravado por el hecho cometido en la ciudad de Ushuaia entre las 4 de la madrugada y las 8 de la mañana, del día 4 de junio 2018 de José Juvenal Huenante Huenante (70), en la vivienda que este último tenía en el barrio San Vicente de Paul.
Si bien no se conocen los fundamentos de la condena, que serán dados a conocer el 1º de abril a las 19 horas, desde la Fiscalía se mostraron satisfechos con al resolutorio teniendo en cuenta que en su alegato, el fiscal Daniel Curtale había pedido que se condenara a la acusada.
Cabe señalar que antes de la muerte de Huenante Huenante, se habían dado algunas circunstancias llamativas para los investigadores del caso. Uno de ellos es que la mujer, que era conviviente desde hacía unos 6 años, había realizado todos los trámites y había logrado que personal del Registro Civil concurriera a su domicilio a celebrar el casamiento con el hombre que se encontraba afectado por la parálisis que le había quedado como secuela de un ACV. Esto no fue tan llamativo sino que otro de los hechos fue que Soto Maldonado le pidió a las mujeres que cuidaban a su marido que salieran de testigos de dichas nupcias, sin convocar a ningún familiar para tal fin.
Además se reveló que Huenante Huenante había firmado un testamento, en donde le dejaba su casa y sus vienes a Soto Maldonado. La acusada explicó en la declaración que brindó en el juicio, que dicha circunstancia fue una iniciativa de su marido “por si a él le pasaba algo”.
Pero, el defensor Raúl Paderne había cuestionado la acusación y toda la investigación señalando que eran meros indicios y que no había pruebas contundentes en contra de su defendida. Uno de los más fuertes y que generaba dudas es que en la soga que se utilizó para estrangular a Huenante Huenante no había restos de ADN de Soto Maldonado, solamente había de la víctima. Asimismo señaló la discapacidad de más del 68% de la mujer en sus hombros y brazos en cuanto a movilidad, con lo que buscaba explicar -a los jueces- que no tenía ni la fuerza ni la movilidad en sus brazos como para ejecutar una maniobra de enroscar la soga en el cuello de su marido y desde atrás hacer la fuerza necesaria para terminar estrangulándolo como señalaban los informes forenses.
Uno de los datos que no se pudieron rebatir, es una huella de calzado de Soto Maldonado en el futón en el que estaba durmiendo el hombre. Los criminalistas consideran determinante esta prueba porque argumentan que fue el punto de apoyo en el que la mujer pisó para hacer fuerza desde atrás del hombre e inclinar su peso para poder ejecutar la maniobra de asfixia por compresión externa.
Cabe señalar que el abogado Paderne adelantó que “el resultado del juicio es una barbaridad” ya que consideró la inexistencia de pruebas y volvió a cargar contra el fiscal Curtale y la jueza María Cristina Barrionuevo -que investigó en principio el hecho- por llevar a juicio a una persona con pruebas endebles y cuestionada por ser indiciaria. En ese sentido adelantó que una vez leídos los fundamentos condenatorios del Tribunal presentará un recurso de casación ante el Superior Tribunal de Justicia con el objeto de revertir la pena de prisión perpetua de Soto Maldonado.