El Concejo Deliberante de Ushuaia aprobó el proyecto de la agrupación “A limpiar Ushuaia”, que define a las colillas de cigarrillos como “residuos sólidos urbanos sujetos a manejo especial” y determina la instalación de tres “colilleros” por cuadra.
USHUAIA.- Finalmente, la iniciativa gestada por la agrupación “A limpiar Ushuaia” fue aprobada por unanimidad este miércoles y prevé un régimen de sanciones de entre “100 y 250 unidades fiscales” (equivalente a un máximo de $18.250) además de “10 horas de trabajo comunitario y asistencias a capacitaciones sobre preservación de medio ambiente”.
También establece que los fondos recaudados serán destinados a solventar programas de educación y saneamiento ambiental.
La ordenanza define a las colillas de cigarrillos como “Residuos sólidos urbanos sujetos a manejo especial”, y determina la generación de un “plan de gestión ambiental diferenciado del resto de los residuos”, explicaron voceros oficiales del Concejo Deliberante.
A su vez, la normativa estipula la instalación de “colilleros” (recipientes donde arrojar las colillas) en un mínimo de “tres por cuadra” cuya colocación y mantenimiento se podrá coordinar “entre comerciantes y responsables de edificios públicos y privados”, indica el texto de la medida.
El movimiento ambientalista “A limpiar Ushuaia” también impulsó una ordenanza anterior, que prohíbe la entrega de cubiertos descartables en locales gastronómicos, así como la comercialización de hisopos de plástico.
Respecto de las colillas, la agrupación realizó en marzo de este año una campaña de recolección que logró reunir medio millón de residuos de cigarrillos, una cantidad capaz de contaminar el agua consumida por 90 familias en Argentina a lo largo de un año, según estimaron los ambientalistas.
Esa iniciativa movilizó a 400 vecinos y 43 comercios e instituciones de la capital fueguina que montaron una serie de innovadores mecanismos para reunir las colillas al cabo de un mes, además de acopiarlas y luego someterlas a un proceso de termodestrucción.
Maia Muriel, una de las voceras del emprendimiento, explicó que “empezamos con las colillas en noviembre de 2017, colocando colilleros en la vía pública, y haciendo tareas de concientización en las escuelas”.
Con el paso del tiempo, la entidad resolvió asignarle al tema un mes específico del año, y así surgió #MarzoSinColillas, la campaña de recolección masiva que tuvo en 2021 su mayor resultado.
La organización explicó en un informe que las personas que fuman arrojan las colillas al suelo, por lo general en las veredas, y así suelen terminar en las alcantarillas, ríos, lagos y el mar, con “graves consecuencias para el ecosistema marino y la biodiversidad”.
En el caso particular de Ushuaia, por el tipo de geografía, se genera una concentración de colillas en la zona costera, aunque los espacios más impactados son las paradas de colectivos y alrededores, los lugares para sentarse en plazas y paseos, las entidades bancarias y establecimientos gastronómicos.
Según consignó el informe de “A limpiar Ushuaia”, una sola colilla de cigarrillo tiene el potencial de contaminar entre 50 y 1000 litros de agua dulce, y entre 8 y 10 litros de agua marina; mientras que su tiempo de degradación es de 8 a 12 años, y en el mundo se liberan al medioambiente unos 4,5 billones de colillas por año.