Wolfgang Schauble, ministro de Finanzas de Alemania durante la crisis de la deuda en la zona euro y uno de los promotores de la reunificación de su país en 1990, falleció anoche los 81 años, informaron hoy autoridades.
TELAM.- Parapléjico a causa de un atentado en 1990, fue una de las figuras protagónicas de la política alemana en las tres últimas décadas, y terminó su larga carrera como presidente de la cámara baja del Parlamento (Bundestag) entre 2017 y 2021.
“Wolfgang Schauble influyó en nuestro país durante más de medio siglo, como diputado, como ministro y como presidente del Bundestag”, escribió en la red X el jefe del Gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz. “Con él, Alemania pierde un pensador agudo, un político apasionado y un demócrata pugnaz”, agregó el líder socialdemócrata.
Schauble fue miembro del partido conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU), del que también forma parte la excanciller alemana Angela Merkel, y lo presidió a fines de los años 90.
El político, diputado durante más de 50 años, falleció mientras dormía anoche, según indicó al diario alemán Bild una fuente allegada a la familia, informó la agencia de noticias AFP.
Schauble fue cinco veces ministro, primero con el canciller Helmut Kohl y luego con Merkel.
La excanciller alemana, que estuvo en el poder 16 años hasta 2021, reaccionó “con gran consternación” a la muerte de quien fue durante muchos años su compañero político. “Alemania ha perdido a una personalidad excepcional con visión política y programática. Echaremos de menos la voz de Wolfgang Schauble en Alemania y personalmente echaré de menos sus consejos”, dijo Merkel en un comunicado.
La ex jefa de Gobierno dijo que Schauble fue uno de los arquitectos de la unidad alemana, un pionero de la amistad franco-alemana y un apasionado europeo. El político conservador trabajó en favor del tratado de reunificación de las dos Alemanias en 1990 tras la caída del muro de Berlín.
Sin embargo, se hizo sobre todo conocido por su papel como ministro de Finanzas de Merkel, una posición en la que encarnó el rigor fiscal defendido por Berlín y adoptó un tono intransigente para con los países aquejados por la crisis de la deuda en la zona euro, entre ellos Grecia y España.