PARIS (AFP).- El británico Andy Murray, que el sábado se aseguró matemáticamente pasar a encabezar el ránking de la ATP, tuvo una celebración completa al conquistar ayer el Masters 1000 de París-Bercy, superando en la final al estadounidense John Isner por 6-3, 6-7 (4/7) y 6-4.
Es el octavo título de la temporada para el tenista escocés, que en la siguiente clasificación ATP arrebatará el número 1 al serbio Novak Djokovic, eliminado el viernes en cuartos de final por el croata Marin Cilic.
Murray contará ahora con 405 puntos de ventaja sobre Djokovic en la clasificación, pero todavía no tiene asegurado acabar el año en cabeza, a la espera del Masters ATP de final de curso en Londres (13-21 de noviembre).
Casi imbatible en la segunda mitad del año, el británico sumó su cuarto trofeo consecutivo, después de los de Pekín, Shanghai y Viena. En la capital austríaca, la pasada semana, Murray ya había eliminado a Isner en los cuartos de final.
La final estuvo equilibrada por la efectividad de Isner, un gigante de 2,06 metros clasificado en el puesto 27º de la ATP, con su servicio (18 aces y un 74% de primeras bolas).
Murray se vio obligado a menudo a jugar a la defensiva ante los potentes golpes del estadounidense, pero su mayor calidad terminó imponiéndose a la fuerza de su adversario.
Tuvo más acierto en los momentos clave, especialmente en las seis bolas de break salvadas en los dos primeros sets.