En El Calafate, Cristina Fernández dijo que «nadie quiere planes, la gente quiere un trabajo». Los que eliminamos prácticamente los planes sociales fuimos nosotros», resaltó durante la presentación del libro «Sinceramente» en la ciudad santacruceña de El Calafate.
BUENOS AIRES (NA).- La candidata a vicepresidenta del Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, rechazó ayer la calificación de «planero» que distintos sectores le atribuyen al gobierno que ella encabezó. Puntualizó que la actual administración tiene «más del doble de planes sociales» que los que había en diciembre del 2015, y señaló que la gente no quiere planes sociales sino trabajos registrados.
En tanto, aseguró que el presidente Mauricio Macri «no es de los más chispitas para gobernar».
«Acusaron a nuestro gobierno de planero. Hoy este Gobierno tiene más del doble de planes sociales de los que teníamos nosotros al 9 de diciembre del 2015. Y sin embargo dicen que nosotros somos los planeros. Los que eliminamos prácticamente los planes sociales fuimos nosotros», resaltó durante la presentación del libro «Sinceramente» en la ciudad santacruceña de El Calafate.
Al respecto, la expresidenta sostuvo que «la gente quiere trabajar, no quiere tener un plan, quiere tener un trabajo registrado».
«Nadie quiere planes, la gente quiere trabajo. Y esto es lo que hay que volver a hacer», insistió, luego de cargar las tintas en la destrucción de empleo en los últimos cuatro años.
También cuestionó que el líder del PRO haya prometido introducir contenidos de robótica en las escuelas cuando «a los chicos les sacaron las netbooks».
En este punto, criticó a los medios de comunicación por no haber dicho «absolutamente nada» de estas supuestas falsedades del presidente.
No obstante, advirtió un cambio de discurso en determinados comunicadores que ahora se permiten deslizar críticas a la fuerza gobernante y atribuyen los problemas de la economía a una supuesta impericia a la hora de gobernar.
«No han podido con la memoria de lo que se hizo durante 12 años y medio durante el cual la gente advirtió que se podía vivir mejor», subrayó, y señaló que también fue fundamental «la unidad del peronismo» para cimentar el triunfo opositor en las PASO.
«Era una deuda casi personal y acá estamos», dijo, en lo que puede leerse como una autocrítica por la incapacidad de unificar al peronismo en elecciones anteriores.
Sin embargo, también pareció descargar responsabilidad en otros dirigentes que en su momento se alejaron del Frente para la Victoria.
«Los que en algún momento pensaban que tenían destinos individuales se dieron cuenta que no hay destinos individuales en el campo nacional, popular y democrático. Puede haber destinos mediáticos», indicó.