BUENOS AIRES (NA).- Sindicatos petroleros, empresas y el Gobierno mantienen febriles negociaciones para intentar evitar 1.200 despidos en la Patagonia por la paralización de equipos de producción, a pesar de los subsidios a las exportaciones, mientras mañana habrá un encuentro clave con funcionarios.
El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, tenía prevista una reunión con empresarios en Buenos Aires, pero no llegó a tiempo debido a que la niebla complicó los vuelos desde la Patagonia.
Pereyra dijo a NA que el martes se reunirá con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a quien consideró «más político» que quienes venían oficiando de interlocutores oficiales, todos del ministerio de Energía y Minería que conduce Juan José Aranguren.
«Frigerio es más político y entiende mejor la situación que estamos atravesando», dijo el sindicalista, que tiene reunión agendada este martes a las 16:30 en la Casa Rosada con el funcionario macrista y representantes de empresas.
Ante el inminente despido de al menos 1.200 trabajadores petroleros en la Patagonia, el sindicalismo prometió «no permitir una sola cesantía» y denunció a las compañías porque bajar equipos de producción a pesar de recibir millonarias compensaciones económicas.
Pereyra denunció que las compañías que operan en la Patagonia están paralizando equipos de producción a pesar del acuerdo por el que el Gobierno subsidia con entre 22 y 23 dólares por barril para alcanzar un precio interno de 67,50 dólares.
A principios de 2015, los sindicatos firmaron con el Gobierno de Cristina Kirchner, los gobernadores y las empresas un acuerdo para mantener la actividad, por lo que se fijó el precio interno del crudo en 77 dólares.