PARIS (AFP).- El brasileño Neymar llegó, vio y venció en su estreno con la camiseta del París Saint-Germain, protagonizando con un gol y una asistencia la victoria de los suyos en el estadio del Guingamp (3-0), ayer en la segunda jornada de la Ligue 1.
El escenario quizá no fue el más glamoroso para una estrella como él: una pequeña capital de provincias de 7.000 habitantes y un estadio con apenas capacidad para 18.000, pero a Neymar no pareció importarle. Se le vio motivado y muy contento.
El flamante fichaje del PSG, adquirido tras el pago al FC Barcelona de 222 millones de euros, una cantidad ocho veces superior al presupuesto del Guingamp, buscó el balón en todo momento. Se ofreció siempre y dejó toda una retahíla de fintas, pases y desmarques. Su estreno estuvo a la altura de las expectativas.
Ney estuvo implicado en los tres goles con los que el París SG derrotó al Guingamp (2-0). Primero presionando para que el defensa Jordan Ikoko anotase en propia puerta (52), después asistiendo al uruguayo Edinson Cavani con un pase al hueco (62) y por último marcando tras culminar una jugada, desde dentro del área y a pase de Cavani, que él mismo empezó (82).
El Mónaco goleó al Dijon en su estadio por 4-1 con un triplete del colombiano Radamel Falcao, mientras que el Lille de Marcelo Bielsa cayó por 3-0 ante el Estrasburgo en un partido en el que el argentino utilizó tres porteros.
En el minuto 63 el arquero Mike Maignan, que hasta entonces había cuajado una destacada actuación, cedió a la provocación de Benjamin Gorgnet y le lanzó el balón a la cabeza. El árbitro Johan Hamel le expulsó.
Como Bielsa había agotado los tres cambios en la primera parte, decidió que el delantero Nicolas De Préville se pusiera los guantes.
De Préville incluso salvó a su equipo en un duelo frente a Idriss Saadi (71), pero no pudo hacer nada en un tiro de Jonas Martin tras un córner (74). Tres minutos más tarde fue el defensa Ibrahim Amadou el que le sustituyó en la portería para que De Préville se fuera al ataque.