Niveles alarmantes en asistencia social

Tanto desde Desarrollo Social provincial como desde Promoción Social municipal confirmaron que día a día se acrecientan los pedidos de asistencia de personas que ya ni siquiera pueden poner un plato de comida sobre la mesa familiar. De acuerdo a los datos brindados, un cuarto de la población riograndense recibe algún tipo de asistencia que va desde un módulo alimentario o un plan social hasta el pago de una factura de servicios o de alquiler.

RIO GRANDE.- Tanto desde el área de Desarrollo Social provincial como desde Promoción Social municipal alertaron sobre la creciente demanda de asistencia social que reclaman bastos sectores de la población, con especial foco en Río Grande, donde se estima que un cuatro de la población es asistida con acciones que van desde un módulo alimentario hasta el pago de alquileres, pasando por planes sociales.
Y si bien no hay acciones coordinadas y cada área trabaja de forma aislada, sí hay coincidencia en la alarma que esta situación genera, puesto que hay cientos de familias en toda Tierra del Fuego que no pueden satisfacer la demanda alimenticia de sus seres queridos.
Don también hay concurrencia es en uno de los principales factores de esta crisis social que vive Tierra del Fuego. La falta de empleo, que se acentuó durante los últimos dos años, es la razón principal por la que muchas familias acuden a los organismos oficiales a clamar por una mano salvadora.

Catástrofe
La ministro de Desarrollo Social de Tierra del Fuego, Paula Gargiulo, se mostró alarmada por la realidad social que golpea fuerte en toda la provincia, pero especialmente en Río Grande, donde los esfuerzos se han concentrado en mayor medida para hacerle frente a lo que ella misma definió como “una catástrofe”.
“Era impensado hace años que se hablara de emergencia alimentaria. Nadie recuerda haber llegado a una situación así, estar viviendo una situación tan compleja a nivel social que venimos abordando desde mediados de 2017”, admitió y a su vez, reconoció que “estamos ante una catástrofe social, ya no podemos hablar de crisis. Hoy lo central está puesto en poder pensar si las familias comen o no comen. Es tan grave como eso la situación”.
Asimismo, reconoció que “hoy en Tierra de Fuego hay hambre. Hay situaciones de mucha vulnerabilidad social que no les permite cubrir sus necesidades básicas a muchas familias, como cubrir una canasta alimentaria básica y nutrida, para que un niño o un adulto pueda tener una calidad alimentaria necesaria para su crecimiento”.
“El padrón de asistencia sube semana tras semana. El acompañamiento que brindamos de forma mensual no alcanza, pero permite que la gente que recibe la asistencia pague la luz o compre alimentos”, reconoció.
Y graficó: “El programa Red Sol que es una herramienta básica y concreta que aplicamos. En julio de 2017 tenía un padrón de 1.354 personas a nivel provincial. En julio de 2018 llegamos a 3.268 personas y en julio de este año, alcanzamos con la asistencia a 13.664 personas”.
“Estas casi 13.700 personas están evaluadas por un equipo técnico. No es un plan, es un programa que tiene un encuadre dentro de la vulnerabilidad social que vive la persona. Los planes nacionales, los que hoy son administrados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, los ministerios no tenemos nada que ver porque se bajan directamente a las organizaciones sociales y son distribuidos a criterio de cada organización”, explicó.
Además, develó que “invertimos más de 55 millones de pesos en asistencia directa a través de Red Sol. La inversión social de enero a julio en lo que tiene que ver con alojamiento, pago de deuda de servicios básicos, sepelios, pasajes, kits escolares, materiales de construcción, módulos alimentarios y otros subsidios demandaron de enero a julio 580 millones de pesos en toda la provincia”.
“Seguimos estando al frente de la situación compleja, de esta realidad que ya dejó de ser una crisis y se convirtió en una catástrofe”, consideró y a su vez, para cerrar, aseveró que “no hay distinción, todas las provincias estamos haciendo malabares para poder cubrir la demanda social que crece todos los días y que sabemos que es paliativa, porque nunca alcanza”.

Prioridades
A nivel local, la crisis parece no tener salida. Y para la secretaria de Promoción Social del Municipio de Río Grande, Analía Cubino, hay múltiples actores responsables de la realidad que atraviesa la ciudadanía.
“Hay muchos que deben hacerse cargo de esto que está pasando. Hoy se habla de emergencia alimentaria y nosotros hace mucho tiempo que venimos hablando de eso, al punto que fijamos nuevas prioridades y reconducimos presupuestos sin necesidad de que se declare una emergencia porque, en realidad, ya la veíamos venir”, admitió.
Y consideró que “esto que está pasando no es de hace dos o tres meses. Hace al menos dos años que estamos viviendo esta realidad. Los números del INDEC son concretos, la demanda de asistencia ha crecido exponencialmente en coincidencia con las estadísticas que son alarmantes”.
“Hoy el Municipio entrega 6 mil módulos alimentarios, con un número histórico, jamás afrontado. Hemos tenido que redireccionar fondos que estaban planificados para otra cosa, para poder atender esta necesidad”, admitió y añadió que “lo prioritario es que la gente pueda comer. A mucha gente se le ha hecho imposible ir a comprar lo básico, hay mucha indolencia de los grandes supermercados en este contexto, con precios que son inalcanzables para mucha gente”.
Contó a su vez que “hay gente que hace dos años que no tiene trabajo. Lo que estamos viviendo es consecuencia de las medidas que toman los gobiernos nacionales y provinciales. Esta realidad es muy cruda por decisiones previas que se han tomado”.
“El módulo alimentario se entrega por familia, así que hablamos de 6 mil familias que reciben asistencia. En noviembre del año pasado habíamos llegado a unos 1.000 alquileres asistidos. Este año, en agosto ya pasamos la asistencia para pagos de alquileres en 1.500 casos”, amplió.
Cubino, a su vez, ratificó que “destinamos millones de pesos para asistencia. La última compra de alimentos de alimentos, por ejemplo, destinamos más de 12 millones de pesos. Estamos ahora ayudando a mucha gente para afrontar el pago de sus facturas de luz y gas para que les restituyan los medidores, con unos 2 millones de pesos de aportes”.
“En demanda espontánea, teniendo en cuanta todos los tipos de asistencia, el año pasado asistimos a 20 mil personas y este año, con cuatro meses para terminar el 2019, ya superamos las 20 mil personas. Hay 200 personas que asisten a diario a solicitar ayuda a nuestras oficinas”, remarcó.
Por ello, manifestó que “es preocupante lo que está sucediendo y por eso estamos muy abocados a asistir a la ciudadanía para aliviar su situación. Sabemos que con los 30 kilos de alimento que les entregamos a las familias, antes acompañábamos su alimentación y hoy, lamentablemente, es ese en muchos casos el único ingreso para poner un plato de comida en la mesa”.
Para finalizar, la funcionaria municipal consideró que “la raíz de todo esto es la falta de trabajo, las medidas que se tomaron están muy lejos de favorecer la recuperación del empleo. Lo que estamos viviendo es gravísimo, desde 2001 no veíamos algo así”.