El espectáculo que la compañía homónima estrenará junto al reconocido Quinteto Revolucionario busca explicar las características actuales del género, con baile y música en vivo.
“Noestango” es el nombre del espectáculo que la compañía homónima estrenará junto al reconocido Quinteto Revolucionario mañana a las 20 en el porteño El Galpón Guevara, y que indaga desde el baile y la música en vivo, en “qué es el tango hoy”, según indicó a Télam el director de la pieza, Ollantay Rojas.
Luego de dos años de trabajo de investigación, llega al local ubicado en el barrio de Chacarita la obra protagonizada por cinco bailarines y cinco músicos, unidos por la idea de plantearse sobre el presente del tango como expresión artística, disparador que busca generar otra poética, otro lenguaje, otro universo de posibilidades.
El elenco está integrado por los bailarines David Alejandro Palo, Marcela Vespasiano, Nicolás Minoliti, Lisandro Eberle, Milagros Rolandelli y los músicos Cristian Zárate, Esteban Falabella, Lautaro Greco, Manuel Quiroga y Sergio Rivas.
“De alguna manera la obra indaga sobre qué es para nosotros el tango hoy, qué elementos de nuestra vivencia diaria resuenan en eso que se llama tango. Hay una tensión entre lo que hacemos y un estereotipo instalado de lo que la gente espera ver cuando le dicen ‘tango’, que juega una suerte de frontón de referencia, diálogo, discusión, un imaginario sostenido y reforzado por la industria cultural”, apuntó Rojas a esta agencia.
Télam:¿Cómo nace la idea de hacer este espectáculo que reúne música y baile?
Ollantay Rojas: El tango ya de por sí es un género que refiere a ambas disciplinas, y sus épocas de oro se relacionaba al concepto de música bailable, como por ejemplo en los salones de los años ’40 o los espectáculos de los `80. En relación a nuestro proyecto artístico hace tiempo que venimos desarrollando propuestas escénicas de cruce entre músicos y bailarines. Hay algo que sucede en el vivo que nos atrae, una conexión del plano visual de los cuerpos o los instrumentos con el sonoro de la música y los ruidos de los bailarines en movimiento que es sumamente rico para profundizar.
T: ¿Cómo fue el trabajo en conjunto? ¿Cuál fue el principal desafío?
OR: El trabajo artístico se basó en aplicar herramientas compositivas propias de otras disciplinas como la danza contemporánea, el teatro o la performance, a un grupo formado e hiper profesionalizado en el ámbito del tango. Eso generó un corrimiento de los lugares cómodos y comunes, un desafío para los intérpretes. Pero el desafío principal fue lograr producir de manera independiente una obra con 10 artistas en el escenario acostumbrados a la escena comercial y/u oficial, a productos ya conocidos y sin riesgos, sin tiempo para sumergirse en un proceso de investigación. El cese de actividades producto de la pandemia de alguna manera hizo posible disponer del tiempo y empujó a estos artistas a visualizar diferentes alternativas, y ahí ya estábamos nosotros como Grupo Noestango buscando sumar gente a nuestra propuesta.
T: ¿Cómo pensaron el repertorio y cómo entrelazan el baile y la música?
OR: El repertorio básicamente está dado por la especialidad del Quinteto Revolucionario, que es la música de Astor Piazzolla, quien fue el primero en recibir el rótulo de que su música no era tango. Elegimos obras no tan conocidas o tan usadas dentro de la danza de acuerdo a cómo encastraban con las improvisaciones que veníamos desarrollando, para luego definir las coreografías.