“Nos ha llegado la hora, por eso estoy aquí”

En sus primeras palabras como jefe de Estado, subrayó: “Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina, en pos de un nuevo contrato ciudadano social, fraterno y solidario”.

El presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el diputado Sergio Massa durante la ceremonia del traspaso de mando presidencial.

BUENOS AIRES (NA).- Ante la Asamblea Legislativa, Alberto Fernández juró ayer como Presidente de la Nación por los próximos cuatro años y brindó un mensaje de “unidad” nacional, en el que llamó a todos los sectores a comprometerse en un “nuevo contrato ciudadano social”.
“Nos ha llegado la hora, por eso estoy aquí”, subrayó Fernández, que al concluir su mensaje de casi una hora de duración y transmitido por cadena nacional desde el Congreso de la Nación remarcó: “Pongámonos de pie y empecemos nuestra marcha”.
A su lado lo escuchaba la flamante vicepresidenta, Cristina Kirchner, artífice política de su llegada a la Casa Rosada, a quien le agradeció por su “visión estratégica”.
“Las insuficiencias y problemas de la democracia se resuelven con más democracia”, definió Fernández, que hizo varios anuncios sobre lo que será su gestión, que comienza hoy.
Aseguró que va a intervenir la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y redireccionará los fondos reservados de los espías para “financiar el presupuesto del Plan contra el Hambre”, la máxima apuesta de su gestión.
Ese será el inicio de una “reestructuración” profunda del sistema de inteligencia que impulsará Fernández, que al respecto enfatizó: “Nunca más al Estado secreto. Nunca más a los sótanos de la democracia. Nunca más es nunca más”.
Entre las reformas también incluyó un proyecto de reforma de la Justicia Federal, tras reclamar un “Nunca más” a la Justicia influenciada por la política.
Además, anticipó nuevas líneas de créditos y cambios en el reparto de la pauta publicitaria, tras criticar lo que consideró como el “tiempo de intoxicación con noticias falsas, medios y redes sociales”.
Al hablar de la economía, Fernández remarcó que “para poner a la Argentina de pie el proyecto debe ser propio y no por alguien de afuera con remanidas recetas que siempre han fracasado”.
El jefe de Estado enumeró los indicadores económicos que recibió de la gestión de Mauricio Macri y advirtió que “detrás de estos terroríficos números hay seres humanos con expectativas minadas”.
“El tejido social está estado de extrema fragilidad por la fuga de capitales. Hemos pasado del estancamiento a una caída libre”, añadió.
A la vez, confirmó que no le dará tratamiento parlamentario al proyecto de Presupuesto enviado por Macri: “No refleja las realidades sociales ni los compromisos de deuda que se han asumido”.

Cientos de organizaciones políticas y sociales y ciudadanos autoconvocados se concentraron en la Plaza del Congreso, bajo un intenso calor que ascendió hasta los 35°, para escuchar y celebrar la asunción del nuevo presidente.

“Superar el muro de las fracturas implica crear una ética de las prioridades: empezar por los últimos para poder llegar a todos. Toda la Argentina unida le tiene que poner un freno a la catástrofe social: sin pan, no hay democracia ni libertad”, sostuvo el flamante mandatario en el Congreso.
Lo escucharon atentamente líderes internacionales, todos los integrantes de su Gabinete, gobernadores, diputados, senadores, intendentes, referentes de derechos humanos y jueces de la Corte Suprema.
La Asamblea Legislativa fue presidida por la vicepresidenta saliente Gabriela Michetti, con quien Fernández y Cristina Fernández intercambiaron saludos afectuosos.
En tanto, Macri ingresó al recinto de la Cámara baja para entregarle el bastón y la banda presidencial, y mientras se abrazó con su sucesor, hubo momentos incómodos con la exmandataria, que no ocultó su gesto adusto al saludarlo.
Finalizada la ceremonia, Fernández se retiró a la Casa Rosada acompañado por su pareja, Fabiola Yáñez, y por su hijo, Estanislao, a bordo de un automóvil y en medio de miles de personas que se acercaron a las inmediaciones del Congreso para celebrar su asunción.

En la Plaza de Mayo
La vicepresidenta Cristina Fernández sostuvo ayer que “fueron cuatro años muy duros” los del Gobierno de Mauricio Macri, mientras advirtió que la nueva administración liderada por Alberto Fernández recibe “un país devastado”.
En el cierre del festival realizado en Plaza de Mayo para celebrar la asunción del Frente de Todos, se refirió al “hambre que tanto desvela hoy a quien es el Presidente y que debería desvelar a todos los argentinos bien nacidos”.
En ese sentido, apuntó al balance de “trabajo, salarios y pobreza”.
Frente a miles de militantes, subrayó: “Uno es más grande cuando es parte de un todo, sino solamente somos individualidades sueltas”.
“Presidente, confíe siempre en su pueblo, ellos no traicionan.Son los más leales. Sólo piden que los defiendan y los representen”, remarcó.
Además, señaló: “Sé que usted tiene la fuerza y la convicción para cambiar esta realidad tan fea que están viviendo hoy los argentinos”.
Por su parte, el Presidente prometió: “Vamos a desterrar a los especuladores y la timba financiera”.
El jefe de Estado analizó que “han pasado cuatro años difíciles”.
“Así como tenemos que resolver problemas en la economía, enfrentar los problemas de la deuda externa, preocuparnos por lo que están su trabajo, vamos a empezar a ocuparnos por vivir en una sociedad mejor. Quiero que todos me ayuden a que pongamos a la Argentina de pie”, evaluó.