“El mundo ha entrado en una era de caos”, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres, al denunciar las divisiones sin precedentes del Consejo de Seguridad del organismo, incapaz de ponerse de acuerdo ante los “terribles conflictos” que se multiplican en el planeta.
TELAM.- “Hay gobiernos que ignoran y socavan los mismos principios del multilateralismo, sin rendir en absoluto cuentas. El Consejo de Seguridad, principal herramienta para la paz mundial, está estancado debido a las fisuras geopolíticas”, dijo el portugués al presentar ante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York sus prioridades para 2024.
“No es la primera vez que el Consejo de Seguridad está dividido. Pero es la peor. La disfunción actual es más profunda y peligrosa”, advirtió Guterres, antes de recordar que “durante la Guerra Fría, mecanismos establecidos ayudaron a gestionar las relaciones entre las superpotencias”.
Pero en el “mundo multipolar actual, no existen tales mecanismos. Nuestro mundo ha entrado en una era de caos”, alertó.
El Consejo de Seguridad de la ONU está integrado por cinco miembros permanentes -Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y China- y otros diez rotativos, electos cada dos años.
Es el único órgano de Naciones Unidas que tiene poder para crear derecho internacional vinculante y que para ello no solo debe reunir el apoyo de al menos nueve miembros, sino que además no puede tener ningún voto del “grupo de los cinco” en contra.
Para Guterres los resultados de la actual fragmentación del organismo “están a la vista: una peligrosa e impredecible batalla campal con total impunidad”, según se expresó, mostrando preocupación por la nueva proliferación nuclear y el desarrollo de “nuevas formas para matarse unos a otros y para que la humanidad se aniquile a sí misma”.
“¡Hay tanta rabia, odio y ruido en nuestro mundo actual! Cada día y a la mínima oportunidad hay guerra, parece. Conflictos terribles que matan y mutilan a civiles a niveles sin precedentes. Guerras dialécticas. Guerras de territorio. Guerras culturales”, indicó.
Desde Sudán a Ucrania, de Gaza a la República Democrática del Congo, de Yemen a Birmania, “junto a la proliferación de conflictos, las necesidades humanitarias mundiales están a un nivel sin precedentes, pero la financiación no está a la altura”, lamentó, según recogió la agencia de noticias AFP.
En este contexto, instó a los gobiernos de todo el mundo a aprovechar la ocasión de la “Cumbre del futuro” que tendrá lugar en septiembre en Nueva York, durante la reunión anual de la Asamblea General de la ONU para “modelar el multilateralismo para los años venideros”.
Entre los cambios “que el mundo necesita”, recordó su llamado a una reforma en profundidad del Consejo de Seguridad, del sistema financiero internacional y a que se establezca una “herramienta de urgencia para mejorar las respuestas internacionales para impactos mundiales complejos”, como la pandemia de Covid-19.
Distintos líderes globales han manifestado la necesidad de modificar el Consejo de Seguridad y un escenario para esas demandas fue la Asamblea General de la ONU celebrada en septiembre, donde el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski fue uno de los que propuso cambios en el máximo órgano, en especial rechazo a la presencia de Rusia en el mismo.
En esa ocasión, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, además de prometer “reformar” el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), planteó ante la Asamblea la necesidad de “tener más voces y más perspectivas en la mesa” del Consejo de Seguridad, mientras que el
mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que insiste desde hace tiempo en la misma línea, consideró por esos días que el organismo “ha ido perdiendo progresivamente su credibilidad” por la falta de voces alternativas.