BUENOS AIRES (NA).- El Gobierno tiene la documentación casi lista para presentar la próxima semana ante la Comisión de Valores de Estados Unidos una nueva oferta de canje, con mejoras en las condiciones económicas, y así intentar llegar a un acuerdo en la trabajosa reestructuración de deuda.
Según trascendió ayer, el presidente Alberto Fernández le pidió al ministro de Economía, Martín Guzmán, agilizar la presentación, que contendrá lo “máximo” que puede ofrecer el Gobierno.
Por decisión de la Casa Rosada esta será la última propuesta que se hará a los acreedores y se mantiene la premisa de que los pagos sean sustentables con el crecimiento, como se acordó con el FMI; trascendió de allegados al ministro de Economía, Martín Guzmán.
Lograda la aceptación de algunos bonistas a una propuesta informal que precedió a la próxima oficial, el Gobierno apostaría por avanzar en acuerdos parciales con quienes acepten el canje.
El Gobierno propondría pagar un valor presente de los títulos de 53 dólares a quienes acepten la propuesta que se realizará ante la Securities and Exchange Commission (SEC), la comisión de valores norteamericana.
Para los bonistas que no acepten el ofrecimiento en el plazo que determinará Economía en su propuesta a la SEC, se le pagará un valor presente de los bonos de 49,9 dólares por cada cien.
Economía busca así lograr, con las mejoras en el ofrecimiento, una mayor adhesión al canje; aunque aún juegan en contra los comités Ad Hoc Argentina Bondholder Group y Exchange Bondholder Group (EBG).
Ambos grupos reúnen más del 30% de los títulos de deuda, un porcentaje que se necesita quebrar para lograr los niveles de adhesión necesarios para que el canje sea exitoso.
Además de mejorar el valor presente de los bonos, la nueva propuesta incluye un adelanto en el pago de los intereses y mantienen los porcentajes de la última oferta.
La propuesta no aceptará incluir los beneficios legales de las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) de los bonos 2005 en los nuevos títulos que se canjearán y se habría descartado la posibilidad de un cupón ligado al PBI o a las exportaciones, a cambio de un adelantamiento en el pago de intereses.
Según fuentes de Economía, no hubo acuerdo sobre el precio a poner en los cupones como compensación y se optó por desechar la idea.
La propuesta mantiene la posibilidad de hacer cierres parciales y secuenciales del canje, una estrategia que en la jerga financiera se conoce como “pacman”.
Con estas mejoras el Gobierno apunta a lograr que prosperen las presiones de pequeños bonistas que, dentro de los grandes grupos de inversión, quieren la aceptación de la propuesta porque necesitan cobrar.
En fuentes del ministerio de Economía se reconoció que “las negociaciones están duras”, pero sostienen que hay subgrupos de acreedores que trabajan “de forma más constructiva y con voluntad de llegar a un acuerdo sostenible”.
Los voceros del Palacio de Hacienda señalaron que algunos grupos de inversión tienen posiciones “insostenibles y exigen cláusulas legales inaceptables para la República”.