Al igual que todos los miércoles cientos de jubilados se movilizaron al Congreso para reclamar un aumento de sus haberes y nuevamente hubo incidentes, tras un fuerte operativo de seguridad: un policía atropelló a un camarógrafo que estaba trabajando en el lugar cubriendo la manifestación.
BUENOS AIRES.- Una vez más un grupo de jubilados acompañados por dirigentes sindicales y políticos marchó en los alrededores del Congreso de la Nación. La movilización, habitual estuvo fuertemente custodiada por fuerzas de seguridad que rodearon al parlamento y procuraron que el tránsito no fuese interrumpido, como impone el protocolo antipiquetes del ministerio de Seguridad.

Gremios como la UOM y organizaciones de izquierda como el Polo Obrero formaban parte de la manifestación.
La convocatoria se fijó, como cada miércoles, para las 17:00. Pasada esa hora, comenzó la marcha por los laterales del histórico edificio. Allí se produjeron tensos cruces entre los manifestantes que intentaban moverse con libertad y la policía que impidió en todo momento que la protesta descienda a la calle e interrumpa el tránsito.
Las discusiones generaron pequeños incidentes. La policía arrojó gases a quienes les expresaron airados reclamos. También hubo empujones, insultos y presión sobre el vallado dispuesto en distintos sitios.
Los efectivos se abroquelaron formando rígidos cordones para evitar que la manifestación interrumpa el tránsito. Se desplazaron motos para despejar las calles y con firmeza los uniformados le exigieron a cada persona que se mantengan en las veredas.