Se trata del Complejo Fronterizo Huemules, el cual favorecerá el envío de mercaderías de ambos países hacia otros destinos del mundo.
COMODORO RIVADAVIA.- Finalizadas las obras de construcción del Complejo Fronterizo Huemules, se entregaron formalmente las nuevas instalaciones del primer paso integrado argentino-chileno en la Patagonia con cabecera única en la localidad de Balmaceda, República de Chile.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) prestará sus funciones dentro de esta infraestructura integrada junto con organismos de ambos países, con la dinámica de atención al público y al transporte de carga en general en sectores específicos para su ingreso y egreso.
Con la firma del acta y entrega de las llaves, esta construcción financiada por el Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas (PEZE) de la República de Chile, con una inversión de 10 millones de dólares, beneficiará el envío de mercaderías de ambos países hacia otros destinos del mundo desde puertos argentinos y chilenos ubicados en los océanos Atlántico y Pacífico, respectivamente.
Tanto ciudadanos argentinos como chilenos podrán trasladarse con mayor facilidad y de manera más expeditiva, lo que fortalecerá un importante eje para ambos como es el turismo.
En el acto de firma de acta y entrega de las llaves del nuevo Complejo Fronterizo al Ministerio del Interior del país vecino asistieron, por Argentina, autoridades del Gobierno de la Provincia de Chubut, Gendarmería Nacional, el Senasa y Aduana –que conformarán el equipo de trabajo del puesto de control–. Por el organismo sanitario estuvieron el coordinador de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Patagonia Sur, Eduardo Clapera, y el supervisor, Juan José Martínez Paiva.
Clapera afirmó que “con la finalización del Complejo Fronterizo se afianzan los sistemas de comercialización entre ambos países, mejorando la calidad de atención al público y la habitabilidad del lugar para los funcionarios que actuarán en el mismo”.
El Complejo Fronterizo Huemules cuenta con espacios para la atención al público y servicios, zonas de detención, comedor, oficinas, dormitorios y salas de uso comunitario, a partir de esto se triplica la capacidad que tenía el anterior recinto fronterizo.
Los flujos van a ser segregados, lo que permitirá atender en forma diferenciada a vehículos livianos, camiones y vehículos de pasajeros, posibilitando un control mucho más eficiente de la Policía de Investigaciones, Gendarmería Nacional, Aduanas, Migraciones, el Senasa y Servicio Agrícola Ganadero (SAG), que redundará en una mejor calidad de servicio para los usuarios en su paso por la frontera.