USHUAIA.- Tras su desvinculación de San Martín de Tucumán y con el pase en su poder, el ushuaiense Oliver Benítez cerró su pase a Patronato acompañando a Arciero como los fueguinos que nos representan en la máxima categoría del fútbol argentino. Nuevo desafío en puerta para el nacido en Misiones, pero formado íntegramente en la capital provincial.
En el cierre del año una noticia volvió a poner al fútbol grande fueguino en la óptica nacional y es gracias a Oliver Benítez, el misionero que de chico vivió en Ushuaia hasta dar el salto a la escuela de Jorge Griffa.
El zurdo ushuaiense, de pasada temporada en San Martín de Tucumán, jugará para Patronato en la segunda mitad de la Superliga, siendo el tercer refuerzo que suma el conjunto paranaense en el actual mercado de pases tras Luna y Torres.
De 28 años, Benítez vuelve a la máxima categoría del fútbol argentino luego del descenso del “Ciruja” con Caruso Lombardi como entrenador y haber sumado minutos en la B Nacional durante la última parte del año.
La historia del nacido el 7 de junio de 1991 comienza en Puerto Iguazú (Misiones), luego en Ushuaia donde se formó en Mutual BTF y registra sus inicios en Gimnasia de La Plata donde acumuló casi 90 partidos con un gol muy importante para sellar el ascenso y la vuelta a Primera en el Mario Alberto Kempes frente a Instituto.
Siempre con Pedro Troglio como uno de sus compañeros infalibles, pasó a Tigre en 2016 y anotó un golazo de tiro libre, antes de volver al “Lobo” platense sin sumar minutos.
Fue cedido a Palestino de Chile, un equipo que lo tuvo como protagonista marcando tres goles y obteniendo la corona en la Copa Chile -su título más importante-. En suelo trasandino disputó 23 partidos.
Si bien ya se ha confirmado la transferencia, el fueguino tiene estimado arribar a Paraná en las próximas horas para sellar su vínculo con el Rojinegro hasta junio de 2021 y ponerse a disposición del cuerpo técnico para comenzar los trabajos de pretemporada.