BUENOS AIRES.- El juez Bonadio ordenó la excarcelación de Carolina Pochetti, viuda del secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz. Fue semanas después de que la aceptara como imputada colaboradora en la causa de los cuadernos de las coimas. Pochetti está procesada por lavado de dinero en el tramo donde se investigaron operaciones en Estados Unidos por al menos 70 millones de dólares.
La viuda de Muñoz estaba presa en el Penal de Ezeiza desde fines del año pasado, cuando Bonadio ordenó su detención y la de varios de sus allegados, quienes según la investigación oficiaron de testaferros.
La confesión de Pochetti como imputada colaboradora pudo arrojar luz sobre las maniobras investigadas con las propiedades en el exterior. Además, ella fue quien reveló que el juez Luis Rodríguez habría percibido un soborno para no investigar a Muñoz en una causa por lavado de dinero tras conocerse los Panamá Papers.
Según se determinó en la causa, Muñoz creó al menos 15 sociedades a través de las cuales compró y vendió 17 propiedades por al menos 70 millones de dólares.
La hipótesis de la fiscalía es que parte del dinero proveniente de los sobornos recolectados entre los contratistas de obra pública y que, según la causa de los cuadernos fueron recibidos por Daniel Muñoz en el departamento de la familia Kirchner en Recoleta, se puso en circulación en el mercado con el fin de aparentar un origen legal.
Carolina Pochetti está acusada como partícipe de este entramado que involucra a una veintena de personas, y se la imputó por haber “realizado diferentes transacciones comerciales entre las que se destaca la constitución de empresas y la compra de inmuebles a nombre de éstas, operaciones que no se condicen con la capacidad económica de aquellos”.
Cuando en 2015 se comenzaron a realizar movimientos en las empresas creadas por Muñoz para adquirir inmuebles, apareció como intermediario Carlos Gellert, primo de la viuda de Muñoz, quien también fue liberado este viernes.
Según los fiscales Rívolo y Stornelli, Gellert fue un “nexo para que Puente Resendez asuma la dirección de aquellas empresas” usadas en el exterior para mover dinero y adquirir propiedades, a “los efectos de que sea más difícil descubrir el origen de los fondos, habiéndose detectado operaciones y transferencias vinculadas a las firmas aludidas”.
La Justicia determinó que todas estas personas -a través del conjunto de firmas- buscaron “ocultar el origen ilícito del dinero” y para ello “habrían comprado un total de dieciséis inmuebles: catorce en Miami y dos en Nueva York.
Parte del dinero investigado se movió a través de Osvaldo Parolari y Marcelo Danza con la firma Golden Black Limited y Old Wolf (controlante del resto de las sociedades), radicadas en Islas Vírgenes Británicas, y junto a Jorge Todisco compraron propiedades por 15,5 millones de dólares.
En Golden Black Limited habrían figurado como titulares Daniel Muñoz y su viuda Carolina Pochetti, según determinó la Justicia. Y la acusación relata que algunos imputados “concurrían juntos al domicilio de Muñoz en Capital Federal, a fin de retirar el dinero ilícito con el objeto de concretar las operaciones inmobiliarias y remitirlo al exterior a través de diferentes agencias de modo ilegal”.
En función de los dichos de Pochetti también se detuvo a su exabogado, Miguel Plo, uno de los participantes en la etapa de desprendimiento de propiedades y disolución de las empresas.