RIO GRANDE.- El viernes, los pasajeros del vuelo de Aerolíneas Argentinas 1848, que partió de Buenos Aires con destino final el aeropuerto local Ramón Trejo Noel, suspendió el aterrizaje y el piloto decidió dirigirse hasta Comodoro Rivadavia, donde la gente tuvo que esperar en la aeroestación hasta que se resolvió el regreso a Buenos Aires.
Fue una nueva jornada de problemas para los vuelos con destino a Río Grande, en una semana donde las quejas de la gente se multiplicó, ya que por problemas climáticos el Aeropuerto se declaró inoperable y por lo tanto se desviaron todos aterrizajes a la ciudad de Ushuaia, cuando no se cancelaron desde Aeroparque.
El sábado, luego de seis días de incertidumbres, el vuelo de la mañana pudo operar sin problemas, pero previo a ello, el día anterior la gente que tenía programado llegar a la ciudad del norte, se encontraron con la desazón de tener que ser desviados a Comodoro Rivadavia y, después, tener que regresar a Buenos Aires.
Para explicar las razones de no volar directamente a Ushuaia, donde el aeropuerto Malvinas Argentinas estaba operable, desde Aerolíneas se informó que tanto piloto como tripulación se iba a exceder en el horario que debe cumplir en aeronavegación.
La semana pasada, debido a las constantes suspensiones de vuelos a Río Grande, que sufrió en persona la gobernadora Rosana Bertone, se procedió a realizar una queja formal ante las autoridades de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), exigiendo que se hagan las inversiones necesarias para que los aviones puedan aterrizar ante situaciones climáticas adversas.
Asimismo, la Mandataria presentó una nota ante directivos de Aerolíneas Argentinas, debido a los horarios establecidos en la frecuencia Buenos Aires Río Grande, solicitando que los mismos sean revisados para evitar trastornos a la gente.