Opciones imperdibles para pausar la rutina y olvidarse del estrés.
BUENOS AIRES.- En plena ciudad de San Nicolás de los Arroyos los más chicos pueden descubrir la Casa Barco Irupé del poeta nicoleño Oscar Cafiero, quien vivió el sueño de construirla. Ahora, esta singular vivienda es uno de los puntos preferidos de las familias que llegan a la ciudad en plan de vacaciones o como escapada desde la Capital.
Situada a sólo 240 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, San Nicolás tiene atracciones para grandes y chicos, para disfrutar o simplemente descansar. Sus calles calmas invitan a realizar caminatas en familia para conocer cada parque, plaza o un atardecer inolvidable. El lugar ideal para ver la puesta del sol es el Paseo Costanero, de cara al río Paraná. Este espacio cuenta con senderos accesibles para personas con movilidad reducida.
Otro de sus hitos es el Santuario de la Virgen del Rosario. Construido frente al río, constituye una de las postales más imponentes de la ciudad. Lo rodea un colorido espacio repleto de puestos feriantes, donde los vendedores ofrecen un sinfín de recuerdos y dan cuenta del cálido trato nicoleño.
Alrededor de la Plaza Mitre, los viajeros descubren las propuestas gastronómicas de San Nicolás, como El Café de La Plaza, reconocido por su volcán de chocolate; el restobar La Mira, con su pintoresca galería central; o el bar Villa Rocca, con una barra que ofrece tragos de autor y cervezas artesanales de origen patagónico. Este último local es uno de los puntos más recomendados para salir en pareja o con amigos.
La ciudad cuenta con otras atracciones por fuera del área propiamente turística, como el barrio Somisa, situado al límite sureste. De espacios verdes, aguas calmas y construcciones sorprendentes como la triangular parroquia del Espíritu Santo, esta área menos conocida invita a las familias a pasar una tarde tranquila, para olvidarse definitivamente del estrés.