Recorré sin prisa el mágico camino de los siete lagos dejándote abrazar por la naturaleza, maravillándote con los colores, aromas y paisajes. El placer será incomparable.
Por el Mundo.- En la provincia de Neuquén, entre las localidades de San Martín de los Andes y Villa La Angostura, se despliega una de las rutas más bellas del mundo. El camino de los Siete Lagos es un recorrido de 110 kilómetros en el que se revela la esencia de la geografía patagónica: senderos serpenteantes, paisajes disímiles, explosión de colores y espejos de agua cristalinos. El famoso paseo muestra en solo cien kilómetros toda la magia de esta bella región.
Camino de los Siete Lagos
El corredor atraviesa los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi, y serpentea a la vera de los siguientes lagos:
Lácar – Machónico – Falkner – Villarino – Escondido – Espejo – Correntoso
A la lista se puede sumar el Nahuel Huapi , al igual que otros lagos a los que se llega siguiendo algunas desviaciones como Meliquinia, Hermoso, Traful y Espejo Chico.
Todos estos lagos son el resultado de la metamorfosis glaciaria que hace millones de años experimentó la región.
Ruta de los 7 lagos
El camino de los siete lagos a un tramo de la Ruta Nacional 40, en la provincia del Neuquén, Argentina y debe su nombre a que se avistan siete lagos durante su recorrido. Reconocida internacionalmente por su inigualable belleza, demanda como mínimo cuatro horas de paseo.
Lago Lácar
Partiendo desde San Martín de los Andes, enseguida empezamos a bordear el majestuoso lago Lácar. Tras 5 kilómetros, un desvío hacia la derecha anuncia el ingreso a la playa Catritre, un paradisíaco lugar ubicado a la vera del lago. Posee un camping organizado con capacidad para 80 parcelas, sanitarios, duchas, proveeduría y un pequeño restaurante.
Un kilómetro más adelante, también a la derecha, asoma el camino que indica el ingreso a la villa Quila Quina. Esta villa veraniega constituye uno de los mejores balnearios naturales de la región; se encuentra enclavada en el límite de las tierras de la comunidad mapuche Curruhuinca con el parque nacional Lanín.
Siguiendo por la ruta 234, quince kilómetros más adelante, pasamos frente al camino que lleva al centro de esquí Cerro Chapelco. Un imperdible es el mirador del arroyo Partido, llamado así por abrirse en dos: el brazo de la derecha del arroyo Partido vuelca sus aguas en una vertiente del océano Pacífico a través de la cuenca del Lácar, mientras que el de la izquierda las vuelca en el océano Atlántico a través de la cuenca de los ríos Collón Curá, Limay y Negro.
El paisaje de toda esta región está tapizado por el bosque andino patagónico, conformado por diferentes nothofagus como lengas, coihues, radales, cipreses, raulies, ñires y robles pellín.
La época del año en que se realiza el paseo es fundamental:
Otoño: el paisaje circundante se presenta colmado de colores rojos, ocres y anaranjados.
Invierno: el paisaje se viste de blanco.
Primavera: regala colores brillantes.
Verano: el verde intenso del bosque se apodera de las vistas e inclusive se refleja en los lagos.
Lago Machónico
Luego de transitar varios kilómetros, se presenta el lago Machónico, que posee un mirador natural desde el que se obtiene una vista panorámica cautivante.
Hacia el kilómetro 40, llega el límite entre los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi, dos de las tres áreas silvestres protegidas que une este corredor. El otro parque nacional es Los Arrayanes, que se encuentra en la península de Quetrihué, en Villa La Angostura.
En el kilómetro 43, se puede observar la cascada Vuliñanco. Este salto de agua de 35 metros cae en dos vertiginosos brazos a causa de una enorme piedra que divide las aguas.
Lago Falkner
Pocos kilómetros adelante llega el lago Falkner, custodiado por un cerro que tiene impresionantes torres de piedra negra en su cúspide. Se trata del cerro Buque y en el que anidan cóndores, por lo que es posible verlos en vuelo. Sobre la playa del Falkner hay un camping agreste que cuenta con baños, área de fogones, proveeduría, y se encuentra abierto de noviembre a abril.
Enfrente, el Villarino y más allá el Escondido:
Lago Villarino
Unido al lago Falkner se abre hacia la derecha el lago Villarino, lago que la mayoría de las veces se encuentra “planchado”.
Lago Escondido
Avanzando por la ruta, llega la perlita de la zona: nos encontramos con uno de los lagos más lindos: el Escondido. Este paraje tiene un pequeño mirador imperdible para apreciar sin el vidrio de por medio los colores y el aroma a bosque.
Lagos Correntoso
Luego siguen el lago Correntoso, un lugar paradisíaco donde los pobladores locales ofrecen verdaderas exquisiteces al visitante, entre ellas pastelitos y tortas fritas caseras cocinadas por mujeres descendientes de mapuches.
Hacia el kilómetro 100, cruzamos la ruta nacional 231, que lleva al paso internacional Cardenal Samoré. Este paso comunica a la Argentina con la zona de Puyehue y con la Carretera Panamericana de Chile a la altura de la ciudad de Osorno.
Nahuel Huapi
Si bien este lago no es parte de los “7 lagos”, entra en el recorrido por lo que en realidad son 8 lagos.
Nahuel Huapi significa “tigre de los ríos” y basta con nombrarlo para que en forma inmediata nos venga a la mente la presencia de una criatura milenaria que habita sus aguas.
Leyenda o no, en cualquiera de las excursiones a los 7 Lagos se termina hablando del Nahuelito, su habitante ilustre al que la ciencia todavía no pudo encontrar.
También pueden ser visitados otros lagos tomando desviaciones de la ruta principal. Ellos son: Meliquina, Hermoso, Traful y Espejo Chico.
La travesía, que en auto demanda entre tres y cuatro horas de viaje, también puede ser realizada a caballo o en bicicleta, haciendo pausas sin apuros e incluso pernoctando en sitios encantados que se descubren al “hacer foco” en estos parajes de ensueño.